Booktowns en USA
Maeve Brennan
Desde que Richard Booth, en Hay-on-Wye, Gales, creó en los años sesenta la primera booktown, han proliferado a lo ancho del mundo. No solo pretenden mantener la cultura a través de libro físico, sino que son una forma de dar vida y empleo a pequeños pueblos. Casi todas las ciudades del libro se encuentran en ubicaciones bucólicas pero con propiedades baratas.
En Estados Unidos se encuentran la Cooperativa de libros Gold Cities Booktown, ubicada en Grass Valley y Nevada City, con vendedores de satélites en las cercanías de Penn Valley, North San Juan y Lake of the Pines. Se realiza la Feria del Libro anual Gold Rush.
En Nevada City está Toad Hall Books y Hardy Books, que solo abre con cita previa, y se especializa en literatura del oeste americano.
En Grass Valley se encuentra Jenny's Paper & Ink Books, que ofrece libros de segunda mano, y Booktown Books, una empresa cooperativa establecida por un grupo de libreros en 1998. El proyecto se ha expandido gradualmente y desde 2005 ha funcionado de un edificio de 4.000 pies cuadrados de dos pisos. Cada librero tiene su propio espacio y muestra su especialidad (historia militar, esotérica, novelas gráficas, o libros ilustrados para niños).
Desde 2015 se ha llevado a cabo de forma colectiva, con voluntarios que trabajan en turnos regulares y organizan eventos nocturnos. Los privilegios de los voluntarios incluyen el préstamo ilimitado de libros. The Open Book también es el hogar de la editorial independiente The Open Book Press.
En el condado de NY, se encuentra Hobart Book Village. Es un pequeño pueblo de unos 400 habitantes, en una pintoresca ubicación rural en el norte de Catskills, que cuenta con siete u ocho librerías, todas muy cerca unas de otras en Main Street, y fue galardonada por la Cámara de Comercio del Condado de Delaware con el Premio de Turismo en 2016.
El proyecto floreció gracias al músico Don Dales que, en 1999, decidió que las muchas tiendas vacías en ese momento podrían proporcionar la materia prima para hacer una próspera ciudad del libro, compró varios locales y los ofreció a nuevos negocios con alquileres minúsculos, a veces incluso gratis.
Anualmente se celebra el Festival de Mujeres Escritoras.