Errores más comunes de redacción
A menudo, el contenido de un texto nos despista del necesario cuidado de la sintaxis, la gramática y el estilo, y por ello os hemos hecho un listado de los errores más comunes a la hora de redactar, para poder tenerlos en cuenta a la hora de la necesaria reescritura posterior.
Recordad que:
• Repeticiones y comodines:
Las repeticiones son la punta de lanza de la revisión de cualquier texto, tanto el uso limitado de vocabulario, -a pesar de disponer de alternativas y sinónimos-, como la de ideas.
También es habitual el empleo de comodines, como “la cuestión”, “el asunto”, “la cosa”, cuando existen vocablos específicos para una temática.
• Sujeto y predicado:
Es incorrecto separar el sujeto del predicado con una coma, y hay que evitar generar discordancias entre sujeto y predicado, especialmente con sujetos que hacen referencia a un conjunto de individuos. Por ejemplo: “Son gente alegre y se comportan adecuadamente”, es incorrecto, lo correcto es: “Es gente alegre y se comporta adecuadamente”.
Otro error típico es el de no ser coherente el uso de un mismo sujeto a lo largo del texto. Por ejemplo: Soy consciente (1ª persona singular) de que los errores que cometemos (…) Según citamos (1ª persona plural) en el texto (…) Y la investigación determina (3ª persona singular).
• Infinitivo introductor:
A menudo se utiliza de manera incorrecta el llamado infinitivo introductor, como si este fuera una forma independiente de cualquier persona gramatical, para lo cual es aconsejable decantarse por la perífrasis verbal Ejemplo: “Comenzar agradeciendo a los asistentes su presencia”, por: “Nos gustaría comenzar agradeciendo a los asistentes su presencia”.
• Párrafos:
Aunque cada estilo tiene sus propias reglas, y en todos ellos se puede escribir con gran corrección y precisión, en la mayoría de redacciones conviene que los párrafos no sean excesivamente largos, para evitar tener que usar oraciones excesivamente complejas, y encadenar subordinadas.
• Cacofonías. Son combinaciones de sonidos que durante la lectura no suenan de forma armónica. Por ejemplo: “Su obsesión es la fijación de una condición que detenga esta situación en la región” o “El director técnico anuncia su renuncia”.
• Limitar las mayúsculas y los signos suspensivos. Las mayúsculas deberían limitarse a los nombres propios y el comienzo de las oraciones, el uso inadecuado puede interpretarse como un grito, y la acumulación de puntos suspensivos molesta al lector que entiende que el narrador no concreta el discurso.