Diada de Sant Jordi
Cada 23 de abril se celebra en Cataluña, especialmente en Barcelona, la Diada de Sant Jordi, el día del libro y la rosa, símbolos de la cultura y el amor.
Es una de las fiestas más arraigadas en la población, el día de los enamorados y una jornada en que no puede faltar en ninguna casa el libro y la rosa.
Sant Jordi (San Jorge) es el patrón de Catalunya, desde 1456, y por ello los dragones están presentes de manera generosa en la arquitectura del país. La famosa Casa Batlló, de Antonio Gaudí, conocida ya en todo el mundo, tiene la forma de un dragón, y por esta razón La Diada, históricamente, también ha sido también una jornada de reivindicación de la cultura catalana, especialmente en las épocas en las que el catalán estuvo prohibido.
La versión catalana de la leyenda de Sant Jordi, asegura que, tras el triunfo del caballero sobre el dragón, de las gotas de sangre nació un rosal, y de ahí viene la costumbre de regalarlas, aunque otras fuentes indican que el lazo de San Jorge con el mundo de la caballería y el amor cortés puede haber sido el germen de la tradición. Otro posible origen estaría en el siglo XV se celebraba en Barcelona la llamada Feria de los Enamorados y que alrededor del Palau de la Generalitat instalaban vendedores, además de que era costumbre obsequiar con una rosa las mujeres que asistían a la eucaristía oficiada en la capilla de Sant Jordi del palacio.
La Diada de Sant Jordi ha sido tradicionalmente la más multitudinaria del año, las paradas se situaban originalmente a lo largo de emblemáticas Ramblas, aunque posteriormente se utilizó también la Rambla Cataluña y Paseo de Gracia, por la enorme afluencia de gente, además de las paradas frente a todas las librerías del país.
En 2020 se paralizó la fiesta por la pandemia, ya que coincidió con el confinamiento domiciliario estricto, (la Diada no se había dejado de celebrar ni siquiera durante la Guerra civil española), y en 2021 se ha ideado un plan conjunto de todos los ayuntamientos para poder situarlo en emplazamientos concretos con aforos controlados, sin que se pierda la fiesta.