Bicentenario de Concepción Arenal
El pasado 31 de enero se celebró el bicentenario del nacimiento de Concepción Arenal, una pionera luchadora por los derechos humanos y de la mujer que sigue siendo todavía poco reconocida. Termina, pues, un año que tenía que ser de celebraciones y que, por razones obvias, no ha podido tener todos los fastos que estaban previstos.
Concepción Arenal dedicó su vida a lograr mejorar las condiciones en las cárceles, de los obreros, los huérfanos, los pobres y las mujeres, por ello es considerada una pionera del feminismo en España.
El bicentenario ha servido para reeditar sus obras La mujer del porvenir y La mujer de su casa por Nórdica Libros, ilustrado por la artista Antonia Santolaya.
En La mujer del porvenir, escrito en 1869, constató la desigualdad que sufría la mujer en todos los ámbitos de la vida y del conocimiento, a la vez que rebatía las ideas machistas imperantes que la declaraban inferior al hombre. En La mujer de su casa, publicado originalmente en 1883, profundizó los derechos de la mujer.
El lema de la escritora era: Odia el delito y compadece al delincuente. No solo fue una feminista temprana sino que fue pionera de la Filosofía del Derecho.
Concepción Arenal Ponte nació en Ferrol, el 31 de enero de 1820. Ha sido considerada la precursora del Trabajo Social en España, perteneció a la Sociedad de San Vicente de Paul, y colaboró en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza.
Para poder ingresar como oyente en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid tuvo que disfrazarse de hombre, al descubrirse su verdadera identidad intervino el rector, y tras un examen satisfactorio fue autorizada a asistir a las clases, sin embargo no podía asistir con sus compañeros, y debía hacerlo desde un cuarto anexo.
En 1848 se casó con el abogado y escritor Fernando García Carrasco, del que enviudó unos años después.
En 1859, fundó el grupo femenino de las Conferencias de San Vicente de Paúl en Potes, donde inició su labor social y humanitaria, y que plasmó en su obra La beneficencia, la filantropía y la caridad, de 1861, premiada por la Academia de Ciencias Morales y Políticas, aunque de nuevo tuvo que presentarse con un seudónimo masculino.
Creó el Manual del visitador del pobre, obra que fue traducida al polaco, al inglés, al italiano, al francés y al alemán, y fue nombrada Arenal inspectora de las cárceles de mujeres en 1864. En 1868, fue nombrada inspectora de Casas de Corrección de Mujeres y en 1871, comenzó a colaborar con la revista La Voz de la Caridad.
En 1872 fundó la Constructora Benéfica, una sociedad dedicada a la construcción de casas baratas para obreros. También colaboró organizando en España la Cruz Roja del Socorro.
Murió el 4 de febrero de 1893 en Vigo.