Juegos literarios 51 – La llave
No hay ningún objeto de uso tan cotidiano como una llave, y a la vez es un elemento de gran potencial simbólico.
La llave abre las puertas de las casas, las de los cajones secretos, las llaves se emplean para abrir vehículos, baúles de viaje antiguos, etc.
Frente a la llave que en la Edad Media los señores feudales usaban una llave para cerrar el famoso cinturón de castidad encontramos la del cajón donde guarda el diario secreto que el protagonista decide no usar precisamente para asegurarse que su esposa lea sus infidelidades, en la novela del gran escritor japonés Junichiro Tanizaki.
Pero las llaves también tienen un alto contenido simbólico, como las llaves de San Pedro, que simbolizan la apertura del Reino de los Cielos, la llave sefardí, símbolo de la vuelta a Sepharad.
Se pueden crear historias breves y deliciosas, como la de julio Cortázar en sus Historias de cronopios y de famas:
UN CRONOPIO PEQUEÑITO
Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.
Os invito a imaginar una historia en la que la llave sea la clave.