Juegos literarios 25 – Hablar por los codos
Cuando alguien habla mucho se dice que habla por los codos, no se sabe a ciencia cierta el origen de esta frase, aunque algunos dicen que podría provenir del hecho de que las personas que hablan mucho suelen gesticular bastante. De hablar se trata, en este caso, de dialogar.
El diálogo literario suele esconder parte de la información, como este fragmento de El perfume de Patrick Suskind:
Gritos, corridas, la multitud se agolpa a su alrededor, avisan a la policía. La mujer sigue en el suelo con el cuchillo en la mano; poco a poco, recobra el conocimiento.
—¿Qué le ha sucedido?
—Nada.
¿Qué hace con el cuchillo?
—Nada.
¿De dónde procede la sangre de sus refajos?
—De los pescados.
Se levanta, tira el cuchillo y se aleja para lavarse.
Pero un diálogo también puede ser exactamente lo contrario, un exceso de verborrea.
Os animamos a imaginar, y escribir, un diálogo entre un médico y un paciente, entre un padre y su hijo, entre dos niños que vive solos en la calle, entre un policía y un ladrón.
Ahora pensadlos todos juntos y componed una situación.¿Cómo se relacionan entre sí todas estas vidas?