Ana Ojeda y el lenguaje inclusivo
El lenguaje es un ser vivo que en la época actual se encuentra tocado tanto por las necesidades de un lenguaje inclusivo, que no haga diferencias ni valoraciones entre géneros, como por la tecnología.
La escritora argentina Ana Ojeda propone un uso ficcional y anti solemne del lenguaje inclusivo y del que nace de las nuevas tecnologías, con el fin de intentar mostrar de modo directo los cambios de la sociedad actual, en su novela Vikinga Bonsáy.
Ojeda deja de lado la pretensión de entenderlo todo: quién habla, qué dice, qué pasa, por ejemplo abre una larga cita con licencias de Facundo de Sarmiento en donde el Tigre de los Llanos aparece rebautizado como “Fecunda”, una respuesta que podríamos calificar de experimental para escribir tal y como la sociedad actual siente, sin seguir parámetros impuestos en la cultura tradicional, un lenguaje que se va construyendo a medida que avanza, que es mucho más que un mero estilo, es un intento de naturalizar lo que debería ser un lenguaje contemporáneo en que los nombres de los personajes, cercanos a los nicknames en redes sociales, son la clave de una sintaxis dislocada en la que se adivina un oído alerta para fusionar el lunfardo, el lenguaje inclusivo, las derivaciones dialectales del italiano, los neologismos y los eslóganes publicitarios.