De qué
Uno de los reyes de los fallos gramaticales es el mal uso del “de que”, a este fenómeno se lo denomina dequeísmo y consiste en la utilización no normativa de la preposición "de" junto a la conjunción "que" en oraciones completivas u oración subordinada sustantiva de objeto directo, por ejemplo:
Me ha dicho de que vendrá mañana por la tarde (no normativo) — Me ha dicho que vendrá mañana por la tarde (estándar).
Pensó de que la Tierra era redonda (no normativo) — Pensó que la Tierra era redonda (estándar).
Según Emilio Alarcos Llorach el dequeísmo es un anacoluto que deriva del cruce de dos estructuras sintácticas, la de complemento directo y la de complemento de régimen o, en la terminología de suplemento.
Hay un truco sencillo para saber cuándo el “de que” es correcto y cuándo no:
Se trata de sustituir todo lo que haya detrás del verbo por la palabra “ALGO”. Si suena bien sin necesidad de añadir un “de” antes del “algo”, es que el verbo NO necesita un “de que”.