Juegos literarios 17 – Recetas de cocina
La creatividad literaria está muy ligada al gusto y al placer, tal como la gastronomía, por eso no es nada difícil ligarlas. Usar recetas de cocina para describir un ambiente, una época o un personaje puede ser muy enriquecedor, además de que nos permite jugar con los sentidos.
Los elementos con los que conformamos un texto literario son los ingredientes de una receta que da lugar a un exquisito manjar (el cuento, el poema o la novela), y mucho autores han sido conscientes de ello. El primer ejemplo que se nos viene a la cabeza es la famosa novela de Laura Esquivel, Como agua para el chocolate, que dio lugar a la maravillosa película de Alfonso Arau. La novela crea una preciosa historia repleta de recetas que nos hacen la boca agua, y que permiten un viaje de los sentidos por la cultura mexicana y el realismo mágico.
Si tuviésemos que recordar todo lo que hemos comido y sentido en nuestra vida, sería un reto más que imposible, pero Josep Pla lo intentó en su obra: Lo que hemos comido, que recoge la vieja cocina familiar del Mediterráneo.
La novela negra también se nutre de recetas, dos grandes investigadores, el comisario Montalbano (de Andrea Camilleri) y Pepe Carvalho (de Manuel Vázquez Montalbán), son grandes gourmets. “Hay que beber para recordar y comer para olvidar”, decía el detective barcelonés.
Algunos de estos libros adoradores del gusto han tenido exitosas versiones cinematográficas: Tomates verdes fritos, uno de esos libros que dejan buen sabor de boca o el libro Chocolat de Joanne Harris, que dio pie a la película interpretada por Juliette Binoche y Johnny Depp.
Podemos visitar, para inspirarnos, la Notas de cocina de Leonardo da Vinci. Sí, el genio inventor y pintor escribió un recetario ya que fue también maestro de banquetes en la Corte de Ludovico.¿No hay ahí una magnífica historia?