Una estrofa inédita de Las flores del mal de Baudelaire
Hace ya un siglo y medio de la publicación de «Las flores del mal», de Charles Baudelaire. El insigne poeta ya fue considerada por su coetáneo Barbey d'Aurevilly, como el Dante de una época decadente.
Las flores del mal representa para unos crítica y síntesis del Romanticismo, para otros es precursor del simbolismo, Baudelaire también es considerado el padre espiritual del Decadentismo que aspira a épater la bourgeoisie (escandalizar a la burguesía), en todo caso los críticos coinciden al señalar que formalmente abrió el camino de la poesía moderna. No se podría concebir sin Baudelaire el simbolismo de Rimbaud, Verlaine y Mallarmé. Rimbaud lo calificó de: "Rey de los Poetas, verdadero Dios." Marcel Proust, Walter Benjamin y T.S. Eliot retomaron el interés por el autor en el SXX.
La obra fue publicada 21 de junio de 1857, no sin cierto escándalo para la moral burguesa que hizo que en ediciones posteriores algunos poemas quedaran censurados, «Las joyas»es uno de ellos. En un ejemplar de esa primera edición que estaba a punto de ser subastada se ha encontrado una estrofa inédita, manuscrita en el poema «Las joyas», dentro un volumen que él mismo regaló a un amigo, y que reza:
«Y me sentí entonces lleno de esta Verdad:
Que el mejor tesoro que Dios guarda al Genio
Es conocer a fondo la terrestre Belleza
Para hacer surgir de ella el Ritmo y la armonía».