Juegos literarios 4 – RECORTAR
Uno de los consejos más extendidos entre los aprendices de escritores es que siempre, o casi siempre, conviene más recortar un texto que añadirle algo, por ello un buen juego literario consiste en “cortar un pedazo” del texto, puede ser un capítulo o una escena de algo que aparentemente esté terminado. Se trata de copiar ese fragmento y todavía seguir podándolo de modo que hay que eliminar una cuarta parte de las palabras que tiene. Una vez hecho esto… si seguimos con ánimos y nuestro ego nos lo permite… todavía podemos entrar de nuevo con las tijeras y dejarlo en un tercio, o la mitad de lo que era originalmente.
¿Qué nos dejamos por el camino?, esos adjetivos que se nos enganchan como mosquitos al papel, las larguísimas subordinadas, esas metáforas (¿qué haría la literatura sin la metáfora?) pero cuando se exceden pueden ser un lastre.
Decía uno de los grandes genios, nada menos que el mismísimo Flaubert:
“El artista en su obra debe ser como Dios en su creación: invisible y todopoderoso, ha de sentírsele en todas partes sin que se le vea en ninguna.
La palabra humana es como una caldera rota en la que tocamos melodías para que bailen osos, cuando quisiéramos conmover a las estrellas.
Me fastidia mi tendencia a la metáfora que, indudablemente, me domina en exceso. Me devoran las comparaciones, como a otros los piojos, y me paso el día aplastándolas.”