Los derechos legales en la adquisición de libros digitales y físicos

Al comprar un libro de papel adquirimos el libro, y pasa a ser de nuestra propiedad como objeto, pero cuando adquirimos un libro digital no adquirimos los mismos derechos que sobre el físico, ya que no pasa a ser de nuestra propiedad sino que legalmente lo que se adquiere es el uso temporal y condicionado del contenido del libro. Las consecuencias de esta diferencia son que no se pueden prestar legalmente los libros digitales, como sí se puede hacer con los físicos, a menos que esto aparezca explícitamente permitido.

Amazon permite prestar el libro digital una sola vez, durante catorce días, y en esos catorce días el dueño pierde el acceso al libro, como si lo prestara en papel. Hay otras plataformas que no lo permiten.

En ambos casos el autor no recibe derechos de autor por los libros prestados.

Esto es distinto en el caso del préstamo en las bibliotecas que funcionan con la fórmula  «una copia, un usuario», esto significa que cuando prestan un libro digital, no pueden volver a prestarlo a otro usuario hasta que el primero lo devuelve, aunque tecnológicamente esto es posible, para equipáralo al préstamo tradicional del papel.

Al final es un tema legal, la licencia que adquiere la biblioteca le permite prestarlo tantas veces como se le solicite siempre que se cumpla el modelo, ya que no hay una ley que especifique cómo debería ser el préstamo digital.