El Haiku en la poesía latinoamericana: Tablada y Borges
El haiku es una forma poética japonesa que se escriben en tres versos sin rima, el haiku tradicional tiene otros elementos diferenciadores, pero el contemporáneo se diferencia de otras formas breves por la contemplación del entorno y que el ego quede afuera.
En los autores latinoamericanos tuvo un gran impacto por la sobriedad de la forma, y la profundidad que alcanza con una gran sencillez. Dos de sus grandes poetas nos dejaron algunos haikus memorables, es el caso de José Juan tablada y de Jorge Luis Borges.
José Juan Tablada Acuña1 nació en Coyoacán, México, en 1871. Fue un poeta, periodista y diplomático mexicano, reconocido como el iniciador de la poesía moderna mexicana, y se le atribuye la introducción del haikú en la literatura hispana. También compuso caligramas al mismo tiempo que Guillaume Apollinaire. Estudió el arte hispanoamericano, el precolombino y el arte contemporáneo.
Tablada introdujo el modelo poético del haiku a la poesía hispanoamericana, inspirado en el exotismo orientalista de raigambre modernista. Uno de los más conocidos es:
El saúz
Tierno saúz
casi oro, casi ámbar,
casi luz...
Pero tiene también otros de gran impacto y mayor ajuste al fondo del haiku:
Hojas secas
El jardín está lleno de hojas secas;
nunca vi tantas hojas en sus árboles
verdes, en primavera.
***
Los sapos
Trozos de barro,
por la senda en penumbra,
saltan los sapos.
***
Mariposa nocturna
Devuelve a la desnuda rama,
mariposa nocturna,
las hojas secas de tus alas.
Jorge Luis Borges publicó en 1981 La cifra, que incluía 17 haikus que había escrito después de un viaje a Japón:
Algo me han dicho
la tarde y la montaña.
Ya lo he perdido.
***
Desde aquel día
no he movido las piezas
en el tablero.
***
En el desierto
acontece la aurora.
Alguien lo sabe.