Grandes escritoras universales (XXV)
El pasado 8 de marzo se celebró, un año más, el día de la mujer trabajadora. Para conmemorarlo, recordaremos algunas figuras fundamentales de la literatura universal.
Carson McCullers
Lula Carson Smith, conocida como Carson McCullers nació en Columbus, Georgia, el 19 de febrero de 1917, en una familia de clase media, su padre era joyero y relojero.
En 1932 enfermó de fiebre reumática y tuvo que guardar cama. En 1934 se trasladó para estudiar piano en la Juilliard School of Music en New York, pero nunca asistió, en cambio estudió escritura creativa en la Universidad de Columbia, y en el Washington Square College. En 1935 conoció a Reeves McCullers, un soldado aspirante a escritor y se fueron a vivir juntos. Ella sufrió una recaía que aprovechó para escribir lo que acabaría siendo una de sus obras maestras, la novela: El corazón es un cazador solitario. En 1937 se casó con Reeves y se mudaron a Charlotte, en Carolina del Norte. Al cabo de tres años decidieron regresar a Nueva York, donde conoció a Erika y Klaus Mann, y a W. H. Auden. Se divorció yse fue a vivir con ellos a Brooklyn.
En esta época tuvo una relación sentimental con la escritora suiza Annemarie Schwarzenbach y publicó Reflejos en un ojo dorado.
Realizó diversas estancias en la colonia de artistas de Yaddo, en Saratoga Springs, donde conoció a Katherine Anne Porter, con la que también mantuvo una relación. Durante su estadía publicó El jockey en 1941 y La balada del café triste en 1943. Obtuvo la beca Guggenheim y de la American Academy of Arts and Letters.
En 1945 volvió a casarse con Reeves, tras su regreso de la II Guerra Mundial, donde fue herido en el desembarco de Normandía.
En 1946 publicó la primera parte de Frankie y la boda y se fueron a París y Roma, sin embargo las recaídas de us enfermedad le provocaron una parálisis del lado izquierdo del cuerpo, y regresó a Estados Unidos.
En esta época empezó su reconocimiento: la revista Quick nombró a Carson uno de los mejores escritores de posguerra del país, y la revista Mademoiselle la nombró una de las diez mujeres más importantes de Estados Unidos.
En 1950 estrenó la adaptación que hizo junto a Tennessee Williams de Frankie y la boda, con gran éxito de crítica y público.
El 19 de noviembre de 1953 Reeves McCullers se suicidó en un hotel de París, poco después de ser abandonado por Carson, a la que había propuesto un pacto suicida.
En 1955, publicó su obra de teatro ¿Quién ha visto el viento?. En 1959 apareció en la revista Esquire su ensayo El sueño que florece: notas sobre la escritura.
En los sesenta su condición física se vio afectada y quedó prácticamente en silla de rueda, en esta época publicó su obra peor tratada por la crítica: Reloj sin manecillas.
En 1963 la adaptación teatral de Reflejos en un ojo dorado recibió el Premio de las Jóvenes Generaciones y el 30 de abril recibó el Premio Henry Bellaman.
Los últimos años de su vida fueron una continua lucha física, tuvo varios ataques al corazón, y padeció un cáncer de mama.
Murió el 29 de septiembre de 1967.