Grandes escritoras universales (XXII)
El pasado 8 de marzo se celebró, un año más, el día de la mujer trabajadora. Para conmemorarlo, recordaremos algunas figuras fundamentales de la literatura universal.
Iris Murdoch
Dame Jean Iris Murdoch nació el 15 de julio de 1919 en Dubín, Irlanda, pero su familia se instaló enseguida en Londres, donde su padre obtuvo un puesto en el ministerio de Sanidad.
Murdoch estudió en la Froebel Demonstration School, de Londres, y en la Badminton School, de Bristol. Posteriormente ingresó en el Somerville College, de Oxford, y en el Newnham College de Cambridge.
En 1948 empezó a trabajar como profesora en el St Anne’s College, de Oxford. En Publicó su primera novela, Bajo la red, en 1954. En 1956 conoció al profesor de literatura inglesa John Bayley, con el que estuvo casada cuarenta años.
Publicó inicialmente ensayos sobre filosofía, entre ellos el primer estudio en inglés sobre Jean-Paul Sartre. Estuvo muy influida por filósofos como Platón, Freud, Simone Weil y Sartre, y por los novelistas ingleses y rusos del siglo XIX.
Su primera novela ya fue considerada una de las cien mejores de habla inglesa por la editorial Modern Library, y a lo largos de varias décadas publicó veinticinco novelas más, entre las que destacan: El castillo de arena (1957), La campana (1958), La cabeza cortada (1961), El unicornio (1963) El sueño de Bruno (1969), El príncipe negro (1973, Premio James Tait Black Memorial), Henry y Cato (1976), El mar, el mar (1978), El libro y la hermandad (1987) y El caballero verde (1993).
El príncipe negro le valió el Premio James Tait Black Memorial y, en 1978, El mar, el mar recibió el prestigioso Booker Prize.
En 1987, fue nombrada Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico (DBE).
En 1995 comenzó a padecer los devastadores Alzheimer. En 1997 fue galardonada con el Golden Pen Award por toda su carrera.
Falleció en 1999, y sus cenizas fueron esparcidas por el jardín del crematorio de Oxford.
Algunas de sus obras fueron adaptadas para televisión, Una cabeza cortada (1971), dirigida por Richard Attenborough y protagonizada por Ian Holm. Y la película Iris (2001) está basado en los recuerdos de su marido mientras Iris desarrollaba el mal de Alzheimer.
Uno de los aciertos literarios de Murdoch es la ambigüedad interpretativa de algunas de sus novelas, por ejemplo El unicornio (1963) puede ser leída y disfrutada como una novela gótica muy elaborada o como una parodia de la escritura gótica, y El príncipe negro (1973) es un estudio sobre la obsesión erótica, pero los personajes secundarios contradicen al narrador y al «editor» del libro, de modo que la lectura pone a prueba las certezas del lector.