Grandes escritoras universales (XIV)
El pasado 8 de marzo se celebró, un año más, el día de la mujer trabajadora. Para conmemorarlo, recordaremos algunas figuras fundamentales de la literatura universal.
Wisława Szymborska.
Wisława Szymborska, Maria Wisława Anna Szymborska nació en Prowent, actual Kórnik, el 2 de julio de 1923. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1996.
Pasó su infancia en Cracovia, donde su familia se trasladó en 1931, cuando ella tenía 8 años, y allí residió el resto de su vida. Empezó la Universidad Jagellónica para estudiar Lengua y Literatura Polaca y Sociología, pero no pudo terminar sus estudios por problemas económicos, pero le sirvió para iniciar su carrera poética en los periódicos y revistas universitarios. Su primer poema publicado apareció en el suplemento literario del diario Dziennik Polski en marzo de 1945.
Trabajó en la revista Vida Literaria, desde 1953, y tuvo una columna de crítica entre 1968-1981. Su primer poemario no pasó la censura. Fue miembro del comunista Partido Obrero Unificado Polaco, aunque a partir de 1957 comenzó a tener contacto con disidentes, entabló amistad con Jerzy Giedroyc y colaboró en su revista Kultura que se publicaba en París.
Publicó numerosos poemarios: Por eso vivimos (Dlatego żyjemy, 1952); Preguntas a mí misma (Pytania zadawane sobie, 1954); Llamando al Yeti (Wołanie do Yeti, 1957); Sal (Sól, 1962); Mil alegrías, un encanto (Sto pociech, 1967); Si acaso (Wszelki wypadek, 1975); Gente en el puente (Ludzie na moście, 1986); Fin y principio (Koniec i początek, 1993); De la muerte sin exagerar (1996); No sé qué gente (1997); Instante (2002); Dos puntos (2004) y Hasta aquí (2009).
Además del Premio Nobel, en 1996, recibió en vida numerosos reconocimientos como en 1954, el Premio Ciudad de Cracovia de Literatura; en 1963, el Premio del Ministerio de Cultura de Polonia; en 1991, el Premio Goethe; en 1995, el Premio Herder; en 1996, el Premio del PEN Club de Polonia.