Dislexia y ortografía
La dificultad específica de aprendizaje más frecuente es la dislexia, que afecta a un 10% de la población. Tiene un fundamento neurológico pero no tiene relación con la inteligencia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) he definido la dislexia no sólo como un trastorno específico de lectura, sino también de escritura.
El investigador Sterling observó que las personas con dislexia cometen más faltas de ortografía a lo largo de toda su vida; incluso si se trataba de adultos entrenados, y en un análisis comparativo entre errores escritos por personas con dislexia en inglés y español, se pudo observar que la distribución de la tipología de los errores es similar, tanto en el tipo de errores como sustitución, omisión, adición, y transposición de letras, como en la frecuencia de estos.
Uno de los indicadores de las personas con dislexia tiene que ver con la dificultad de reconocer palabras y de percibir conscientemente los errores ortográficos que escribieron. Para las personas con dislexia, los textos con errores no producen ningún efecto significativo en su comprensión porque no perciben los errores conscientemente, y por tanto esto no influye en la comprensión del texto. Pero para las personas sin dislexia, las faltas de ortografía provocaron una disminución en la comprensión del texto.
Los disléxicos, en cambio, pueden tener mayor facilidad para leer textos como:
Los errores ortográficos pueden afectar negativamente en el currículo académico de los estudiantes, pues pueden llevar a obtener calificaciones más bajas durante la etapa escolar y universitaria, esto ha llevado a una madre española a buscar hasta 40.000 firmas para que los errores ortográficos no les sean tenidos en cuenta a los niños diagnosticados con dislexia.