Grandes escritoras universales (XIII)
El pasado 8 de marzo se celebró, un año más, el día de la mujer trabajadora. Para conmemorarlo, recordaremos algunas figuras fundamentales de la literatura universal.
Selma Lagerlöf
Selma Lagerlöf fue la primera mujer que recibió el Premio Nobel de Literatura, fue una activa militante por los derechos de las mujeres.
Selma Ottilia Lovisa Lagerlöf nació en Mårbacka, provincia de Värmland, Suecia, el 20 de noviembre de 1858. Su padre era teniente escribiente del Regimiento de Värmland y propietario rural pero la situación de la familia empeoró notablemente cuando el padre murió. El hermano mayor no pudo impedir la ruina pero logró un crédito para pagarle los estudios de Docencia en Estocolmo, en 1881, por lo que ella le estuvo siempre agradecida.
Su primera novela editada, El desagravio, está inspirada en su vida.
En 1885 obtuvo plaza en Landskrona, en la escuela primaria, allí conoció a algunas de sus amigas Anna Oom, que enseñaba en la misma escuela, y Elise Malmros, una empleada bancaria interesada en cuestiones sociales y feministas, y fue la que inspiró la protagonista de su novela La anciana Agneta.
En 1886 la principal figura del movimiento feminista sueco, Sophie Adlersparre, le escribió una carta en la que la invitaba a visitarla, la había conocido porque sus antiguas compañeras del Real Seminario habían enviado algunos de sus sonetos a la revista literaria femenina Dagny.
En 1888 la propiedad Mårbacka salió a subasta, para pagar las deudas pendientes y esto obligó a la familia a dispersarse. Selma se hizo cargo de su tía paterna Lovisa. Se presentó a un premio de novela organizado por el periódico cultural Idun, lo ganó y logró una beca. El libro de la Saga de Gösta Berling se publicó en 1891, que recibió una acogida tibia.
Una reseña del destacado crítico literario danés Georges Brandes, este reconocimiento la llevó a trasladarse a Falun.
La saga de Gösta Berling, ambientada en su provincia natal de Värmland, cuenta la historia de una granja que es salvada de la ruina por un grupo de aventureros autodenominados Los Caballeros de Ekeby que la defienden del malvado Sintram. Entre los doce temerarios jinetes se encuentra el joven Gösta, héroe de la saga. La saga de Gösta y los caballeros fue llevada al cine en un filme de 1924, dirigido por Mauritz Stiller y protagonizado por Greta Garbo.
En 1894 publicó un libro de relatos cortos, Lazos invisibles (Osynliga länkar), que le valió la celebridad a nivel nacional.
Ese año conoció a su colega Sophie Elkan, con la que viajó a Italia y Sicilia. Publicó otra novela de éxito, Los milagros del Anticristo (Antikrists mirakler), y tras un viaje por Egipto (1899-1900) escribió Jerusalén: en Dalecarlia (Jerusalem: i Dalarne) (1901) y Jerusalén: en la Tierra Santa (Jerusalem: i det heliga landet) (1902), que rápidamente la señalaron como la novelista sueca más vendida, leída.
Selma Lagerlöf consiguió, en 1904, volver a comprar el hogar de su infancia en Mårbacka.
En 1909, la Academia Sueca decidió entregar a Selma Lagerlöf el Premio Nobel de Literatura, «en reconocimiento al altivo idealismo, la vívida imaginación y la percepción espiritual que caracterizan a todas sus obras».
Otro de sus grandes éxitos fue el libro infantil El maravilloso viaje de Nils Holgersson (Nils Holgerssons underbara resa genom Sverige) inspirado por los cuentos de animales de Rudyard Kipling y encargado por el Consejo de Educación sueco, y El carretero (Körkarlen) (1912), que el cineasta sueco Victor Sjöström adaptó al cine en 1921.
Durante la Primera Guerra Mundial fue nombrada miembro de la Academia Sueca.
Dedicó gran parte de la década de 1920 a luchar por los derechos de la mujer, y publicó El anillo de los Löwensköld" (Löwensköldska ringen) (1925), Charlotte Löwensköld (1925) y Anna Svärd (1928).
La autobiografía de Selma Lagerlöf, en varios voluminosos tomos, se publicó a fines de esa década y fue tan popular que llegó a vender cientos de miles de ejemplares.
En la segunda guerra mundial Lagerlöf se ocupó en ayudar a los escritores y pensadores a esconderse, salir del país, consiguió un visado oficial sueco para la poetisa alemana judía Nelly Sachs.
Murió de un ataque al corazón el 16 de marzo de 1940.