Las pensiones de los escritores
En enero de 2016, el escritor Javier Reverte llamó la atención al declarar en una entrevista que iba a dejar de escribir ya que si seguía publicando se le impedía cobrar su pensión como jubilado.
Esta revelación causó un gran revuelo.
Reverte ingresaba más como novelista que como pensionista y la Seguridad Social le pidió lo que había percibido durante los cuatro últimos años. La publicidad de su caso hizo aflorar un problema grave que habían aguantado en silencio muchos escritores, músicos y artistas por un cambio que había puesto en vigor el gobierno de Mariano Rajoy, y que no incluía a los políticos, que sí podían jubilarse y seguir percibiendo derechos de autor de sus libros.
A Javier Reverte la Seguridad Social le reclamó 121.000 euros por un pago indebido entre 2012 y 2015, además de hacerlo público acudió a los tribunales y el juez declaró que no es incompatible percibir la pensión de vejez y al mismo tiempo cobrar derechos de autor.
Recientemente se han incluido estas nuevas medidas en la última legislación que contempla la compatibilidad entre la pensión y los ingresos por derechos de propiedad intelectual y actividades creativas, de manera que los músicos, bailarines, ilustradores o escritores jubilados podrían recibir su paga por jubilación y simultáneamente ejercer su profesión artística, cobrar por ella y por los derechos de autor. A cambio, un 8% de los ingresos por su actividad profesional se destinará a la Seguridad Social. Hasta entonces, la única opción legal de los creadores para seguir trabajando (y cobrando por su ocupación) era renunciar al 50% de su pensión. De este modo, se los equipara con otros colectivos como los profesores universitarios eméritos, pero todavía se encuentra en fase de redacción. Los creadores tendrán que esperar, una vez más.