Escritoras ocultas por la historia (VII)
El 15 de octubre se celebró el Día de las Escritoras, para conmemorarlo seguimos con la sección en la que recordamos algunas figuras fundamentales de la cultura española que han quedado relegadas por la historia, a pesar de ser figuras intelectuales de primera magnitud.
Carmen de Burgos
Carmen de Burgos y Seguí nació en Almería, el 10 de diciembre de 1867. A los dieciséis años se casó con Arturo Álvarez y Bustos, un bohemio pintor y periodista, doce años mayor que ella. Tuvieron tres hijos que fallecieron prematuramente. En 1895 obtuvo la titulación de maestra de Enseñanza Elemental Primaria y en 1898 la de Enseñanza Superior, en Madrid. En 1901 la plaza mediante oposición en la Escuela normal de Maestras de Guadalajara.
En 1901, tras la muerte su hijo Arturo, nacido en 1893, decidió abandonar a su marido y comenzar una nueva vida con su única hija superviviente María Álvarez de Burgos.
En Madrid empezó sus colaboraciones con el periódico El Globo, con la columna Notas femeninas. En 1903 pasó a escribir, en el Diario Universal, una columna diaria titulada Lecturas para la mujer, bajo el seudónimo de Colombine, y logró ser la primera mujer en España reconocida como periodista profesional, e hizo campaña para que se legalizara el divorcio. En 1905 consiguió una beca del Ministerio de Instrucción Pública para estudiar los sistemas de enseñanza de otros países, y viajó durante casi un año por Francia, Italia y Mónaco. Formó parte de la Asociación de la Prensa de Madrid.
En 1906 lanzó una campaña en El Heraldo de Madrid a favor del sufragio femenino con una columna titulada «El voto de la mujer», y creó ‘La tertulia modernista’, a la que acudían escritores, periodistas, músicos, artistas plásticos, poetas y artistas extranjeros de paso por Madrid, fue en la tertulia donde intimó con Ramón Gómez de la Serna, veinte años menor que ella, con el que sostuvo una larga relación amorosa y literaria que duró dos décadas. La tertulia fue el origen de la Revista Crítica (1908-1909).
Tras el desastre del Barranco del Lobo en el Rif, en 1909, Carmen de Burgos ejerció de corresponsal de guerra del diario El Heraldo de Málaga, y publicó un artículo en el que defendía a los pioneros de la objeción de conciencia.
En su obra La mujer moderna y sus derechos (1927), defendía los derechos de las mujeres. Con la proclamación de la Segunda República, en 1931, la nueva constitución reconoció el matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Se afilió al Partido Republicano Radical Socialista y fue nombrada "presidente" de la Cruzada de Mujeres Españolas y de la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas.
Falleció el 8 de octubre de 1932.
Tras la Guerra Civil y la victoria del régimen franquista, su nombre fue incluido en la lista de autores prohibidos y sus libros desaparecieron de las bibliotecas y las librerías.
Además de su labor periodística, escribió numerosas obras literarias, como Puñal de claveles, basada en el suceso conocido como el crimen de Níjar, que tuvo lugar el 22 de julio de 1928 en el Cortijo del Fraile, en los Campos de Níjar, y el mismo suceso inspiró algún tiempo después Bodas de sangre de Federico García Lorca.
