Julio versus Jules
La vuelta al mundo en ochenta días es uno de los clásicos de Jules Verne, el escritor logró imaginar los más variados inventos y viajes sin salir de su Nantes natal. Julio Cortázar fue un gran lector de la obra de Verne y el título de la vuelta al día en ochentas mundos homenajeaba al autor en este viaje alrededor de sí mismo, de su posición vital frente al mundo, su credo artístico y su ideario político en esta novela collage que publicó en 1967.
Para el formato de La vuelta al día en ochenta mundos Cortázar se basó en esos almanaques que circulaban en Argentina y en otros países en su juventud, y que incluían todo tipo de discursos. En este libro la imagen icónica se mezcla con la palabra y le sirvió al argentino para romper los encasillamientos de los géneros literarios tradicionales.
Este libro busca abrir ese hueco que se transforma en revelación, la dimensión del "entre" que nos aleja de la experiencia tradicional de lectura de unidad y homogeneidad, una verdadera muestra de la experiencia interna vivida en toda su expresión.
La vuelta al día en ochenta mundos es un viaje estructurado a golpe de asociaciones personales, literarias e improvisaciones a través de ensayos, citas, poemas, cuentos, fragmentos biográficos combinadas con imágenes. El recorrido por los diferentes mundos transita por diferentes encuentros con otros seres que comparten los mismos principios de libertad creadora: Lester Young, Charlie Parker, Clifford Brown, Louis Armstrong; Thelonius Monk; Gardel; Man Ray, Julio Silva, Marcel Duchamp, Wölfli; Lezama Lima e Isadora Duncan, etc.
Confesó Cortázar que: "A mi tocayo le debo el título de este libro y a Lester Young la libertad de alterarlo sin ofender la saga de Phileas Fogg" (1967).
Jules Verne, en cambio, imaginó un viaje físico que era un desafío casi imposible en la época. La vuelta al mundo en ochenta días fue publicada por entregas en Le Temps desde el 7 de noviembre hasta el 22 de diciembre de 1872. La novela de Verne desafía al tiempo y el espacio un siglo antes de un modo más tradicional, con la historia del caballero británico Phileas Fogg que arriesgará la mitad de su fortuna comprometiéndose a dar la vuelta al mundo en solo ochenta días usando los medios disponibles en la segunda mitad del siglo XIX, siguiendo el proyecto publicado en el Morning Chronicle, y acompañado de su mayordomo francés, Jean Passepartout.
El viaje los lleva de Londres a París, Turín, Bríndisi, Suez, Bombay, Kholby, Allahabad, Calcuta, Hong Kong, Shanghái, Yokohama, San Francisco, Kearney, Omaha, Chicago, Nueva York, Cobh, Dublín, Liverpool para volver a Londres.