Bibliotecas curiosas: Bibliobuses
Las bibliotecas móviles son más antiguas de lo que nos podría parecer. Surgieron de la necesidad de llevar la cultura, los libros y la alfabetización a zonas donde antiguamente no había bibliotecas ni modo de llegar, en un tiempo prudencial, hasta las existentes en el territorio.
El primer bibliobús documentado fue ideado por un norteamericano en 1913. En España aparecieron en la Segunda República Española, con el proyecto de La Barraca de Ugarte y García Lorca, que se movían con una compañía itinerante de teatro hasta los pueblos más recónditos, y no solo representaban los textos sino que llevaban los libros, y las misiones pedagógicas, retratadas en la novela de Javier Pérez Andújar, Todo lo que se llevó el diablo.
El Patronato de Misiones Pedagógicas de la Segunda República inauguró cerca de cinco mil pequeñas bibliotecas populares, algunas de ellas itinerantes. En Cataluña fue donde más se desarrollaron través de las bibliotecas filiales y las bibliotecas escolares circulantes.
En la guerra, el bibliobús del Servei de Biblioteques del Front, llevaba más de dos mil libros para los soldados que luchaban en el frente. El vehículo fue utilizado para evacuar a los escritores miembros de la Institució de les Lletres Catalanes, entre los que se encontraban: Xavier Benguerel, Sebastià Gasch, Pompeu Fabra, Francesc Trabal o Mercè Rodoreda, entre otros.
En 1949, la Dirección General de Archivos y Bibliotecas también estrenó un servicio de bibliotecas viajeras en Soria, en 1953, se estrenó un moderno bibliobús en los suburbios de Madrid, y poco a poco entraron en funcionamiento algunos más en Oviedo, Zaragoza y Castellón de la Plana. La Diputación de Barcelona estrenó su propio servicio de bibliobuses, en 1957, aunque no eran autobuses adaptados, sino unos remolques-biblioteca que eran tirados por un todoterreno. En 1973, la Diputación puso en marcha el primer bibliobús propiamente dicho. Actualmente, en toda España circulan más de ochenta bibliobuses, repartidos en treinta instituciones.
Aunque hoy por hoy son menos necesarios, debido a la digitalización de los fondos bibliotecarios que pueden consultarse, vía internet, desde las zonas más remotas, el bibliobús sigue teniendo algo de nostálgico y pintoresco.
El 12 de febrero de 2015, el Consejo de Cooperación Bibliotecaria, órgano adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, aprobó la celebración del Día del Bibliobús cada 28 de enero.