Los audiolibros han venido para quedarse
En la presentación de su último libro, Paul Auster comentó que había estado grabando su novela (unas novecientas páginas) en formato audiolibro, la grabación dura más de treinta horas, los lectores, pues, podremos tener el placer de escuchar una obra de esta envergadura directamente de la agradable voz de su autor.
En el mundo anglosajón es casi inconcebible sacar una novedad editorial importante sin ir acompañada de su audioobook. En EEUU incluso se conceden, cada primavera, los Premios Audie (Audie Awards) a los mejores nominados por actuación, producción y otras categorías.
Fue el auge del iPod lo que popularizó los audiolibros, aunque actualmente es muy común escucharlos a través del móvil. Las lecturas pueden ser completas o de fragmentos, puede ser leído por el mismo autor o por actores profesionales e incluso hay proyectos como Librivox que eligen obras de de dominio público y utilizan a voluntarios para leerlos y grabarlos.
No hay ni que decir que ha sido un gran avance para personas invidentes o personas mayores con dificultad para leer, pero el placer de escuchar una obra leída va mucho más allá y recupera la fascinación de las lecturas poéticas, también nos permite oír una novela mientras vamos conduciendo, y es extremadamente útil para mejorar la pronunciación de un idioma.
Es un dato importante el hecho de que el audiolibro está creciendo mucho más en EEUU que el libro digital escrito. En 2017 el libro electrónico, leído a través de pantallas, ha caído un 4,6%, mientras que las descargas digitales de audiolibros han crecido un 29,6%, pasando de 77,6 a 100,6 millones de dólares.
En España, el audiolibro no logra, en cambio, despegar, y el libro electrónico solo en parte, con una pequeña cuota de mercado del 5%. Un dato a señalar, en este trayecto de expansión y reconocimiento del audiolibro, es que este año por primera vez los audiolibros participarán en el Hay Festival de Segovia con la exposición "Escuchar audiolibros también es leer" que transformará el interior del histórico edificio en cuatro escenarios diferentes en los que el público se acercará al mundo de los audiolibros, con fragmentos de escritores como Dolores Redondo, Richard Ford, Manuel Vilas o Ray Loriga.
Según el informe "Evolución del libro electrónico en América Latina y España", la oferta de audiolibros en español supera los 4.000 títulos aproximadamente, y sus "lectores", o deberíamos llamarlos "escuchadores", tienen menos de 35 años (48% son hombres y 52% mujeres). Es interesante constatar, también, que el libro impreso de tapa dura prevalece sobre el libro de bolsillo, ya que quien busca una edición manejable y barata acuda al libro digital.
Hay servicios como Storytel, que es una versión de lo que supone Netflix para cine o Spotify para la música, para audiolibros. Permite a sus usuarios escuchar/leer de forma ilimitada todo tipo de audiolibros a través de una App.
Otra herramienta imprescindible es el catálogo de audiolibros del Instituto Cervantes, que puede ser consultado en:
http://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biblioteca_electronica/audiolibros.htm