Rumbo al mar blanco, el manuscrito reencontrado de Malcolm Lowry
Bajo el volcán es una de las obras maestras que nos ha dejado el SXX. Su escritura no estuvo exenta de todo tipo de vicisitudes, como la vida de Malcom Lowry. Uno de los sucesos más trágicos de su existencia personal y artística fue el incendio que se produjo en su cabaña de la Columbia Británica del que logró, casi a costa de su vida, rescatar de las llamas el manuscrito de Bajo el volcán, -que lograría publicar en 1947-, pero no consiguió salvar la última versión, -en la que estaba trabajando-, de Rumbo al mar blanco.
Malcolm Lowry nació en Birkenhead, Cheshire, en 1909, creció en una familia acomodada y estudió filosofía en Cambridge. Publicó su primera novela, Ultramarina, en 1933, el mismo año que se graduó. Ya de joven se embarcó como marinero para conocer Extremo Oriente, después residió en Cuernavaca (México), Hollywood, la Columbia Británica e Italia. Su vida estuvo marcada por su alcoholismo. Murió en Ripe, Sussex, en 1957.
En vida, Lowry proyectó una trilogía que debía ser reflejo del paraíso, purgatorio y cielo de la Divina Comedia de Dante, formada por Bajo el Volcán (infierno), Piedra infernal (Purgatorio) y Rumbo al mar blanco (Paraíso). Rumbo al mar blanco se inicia con un paseo por Cambridge de dos hermanos noruegos, Sigbjorn y Tor. Comenzó a escribir el libro en 1931 y fue revisándolo, ampliándolo y corrigiéndolo hasta 1944, cuando se produjo el incendio. Siempre se lamentó por no haber podido salvar esta novela y dio la obra por perdida.
En 1988 murió Margerie Bonner, la segunda esposa de Lowry y encargada de su legado literario. En el año 2000, Jan Gabrial, su primera esposa, publicó sus memorias y reveló que aún sobrevivían unas 265 páginas en papel carbón que guardaba ella, (la obra quemada tenía unas mil), ya que en 1936, Lowry había confiado la copia a la madre de Gabrial cuando el matrimonio dejó Nueva York para viajar a México. Jan Gabrial murió en 2001, y dos años después el ejecutor de sus propiedades depositó todos sus documentos en la División de Manuscritos y Archivos de la Biblioteca Pública de Nueva York.
Se trata de una versión mucho menos ampliada y corregida que la que lloraba el autor pero su publicación nos permite ahora entender el proyecto en su totalidad, y disfrutar de esa épica personal que el gran poeta narrador supo plasmar en todos sus libros con enorme talento.