Préstamos lingüísticos (5) Anglicismos
Los anglicismos son préstamos lingüísticos del idioma inglés Actualmente casi todos los idiomas reciben su influencia por el peso que tiene tanto en los medios de comunicación como en los adelantos tecnológicos. El español de los países hispanoamericanos, y el de los propios hispanohablantes residentes en EEUU, se nutre de ciertos cruces. Por ejemplo, en países como Panamá, Perú, Venezuela, República Dominicana, Colombia, y Costa Rica se usa Guachimán, que viene del inglés watchman para denominar al vigilante.
La influencia directa hace que se produzcan muchos calcos semánticos, en términos relacionados con la informática, los cuales se podrían intentar traducir o emplear palabras que ya existan en español. Por ejemplo, empleamos directorio, que proviene de directory, cuando sería más ajustado en español traducirlo por guía. Lo mismo puerto para port en lugar de vía de entrada; emplear remover por influencia de to remove, que en realidad significa eliminar; pasar un briefing (guión) o hacer un forwar, que es uno de los anglicismos más frecuente en español: "Te envío un forward con toda la información".
Algunos de los más comunes son:
Staff (equipo), work in progress, Win win (expression que significa ganamos todos), full time, junior, anyway, workshop, brainstorming
Esta influencia no se limita a términos concretos sino que se emplean verbos inventados sobre raíces netamente anglosajonas muy frecuentes en sesiones de trabajo como el empleo de hacer un break o estar missed.
El inglés también domina la economía y el lenguaje común ha hecho suyos términos netamente ingleses como: cash, flow, holding o stock, o trust.
En el periodismo se emplean también palabras como: thriller, primetime, celebrity, reality show, singles o hobby.
No es menos el campo educativo en el que se ha generalizado el empleo de: coaching, test, campus o master.
Muchos términos han sido ya incorporados al español por la academia por su enorme uso, por ejemplo fútbol (de football) que sustituyó al término original balonpié, o la palabra hippy, parking que ha desbancado a aparcamiento, o estacionamiento.