Los palíndromos
Extraña y exótica, la palabra palíndromo ha fascinado a muchos escritores/as. Un palíndromo es una palabra o una frase que se lee igual de izquierda a derecha o de derecha a izquierda.
Quizás nunca nos habíamos planteado leer una frase tan común como yo soy al revés:
"Yo soy".
Los palíndromos pueden ser literales o solos de grafías. Quizás el más famoso sea el de:
"Amor" que leído al revés nos da "Roma".
Y puede estar formado por una frase:
"Amor a Roma".
"Atar a la rata".
"Dábale arroz a la zorra el abad".
Y hay muchos otros, es cuestión de inventiva, algunos autores se dedicaron en parte como juego, en parte porque, sobre todo para los poetas, es una buena práctica estilística:
"El bar es imán o zona miserable", de Alexandre Beltrán.
"No traces en ese cartón", de José María Platero.
Julio Cortázar también era gran aficionado a estos: “Átale, demoníaco Caín, o me delata”, así como Cabrera Infante: “Nada, yo soy Adán”.
Uno de los creadores más prolíficos de palíndromos es el argentino Juan Filloy, que se convirtió en el que un mayor número de palíndromos creó en lengua española: “Acaso hubo búhos acá”, “Allí tápase Menem esa patilla” y “Sólo dí sol a los ídolos”, "No di mi decoro, cedí mi don", o "Ateo por Arabia iba raro poeta".
Junto con el gran Darío Lancini, autor del libro Oír a Darío, autor de algunos famosos como "Yo hago yoga hoy" o "¿Son ruidos acaso diurnos?".
No es nada fácil crear palíndromos, y podríamos pensar que solo se puede alargar en una sola frase, pero para algunos la inventiva es infinita, como demostraron Luis Torrent:
"Allí por la tropa portado, traído a ese paraje de maniobras, una tipa como capitán usar boina me dejara, pese a odiar toda tropa por tal ropilla."
Y Ricardo Ochoa:
"Adivina ya te opina, ya ni miles origina, ya ni cetro me domina, ya ni monarcas, a repaso ni mulato carreta, acaso nicotina, ya ni cita vecino, anima cocina, pedazo gallina, cedazo terso nos retoza de canilla goza, de pánico camina, ónice vaticina, ya ni tocino saca, a terracota luminosa pera, sacra nómina y ánimo de mortecina, ya ni giros elimina, ya ni poeta, ya ni vida."
Lancini se atrevió a ir todavía más lejos con poemas como este:
La mar
¡Ah! El anís es azul al ocaso.
Claro, la canícula hará mal.
Alejábase bello sol.
¡Sumerge la usada roda!
A remar.
¡A La Habana, bucanero Morgan!
Oleaje de la mar…
¡Al remo! ¡Corre!
Playas…
Ay, al perro comer la rama le
deja el onagro, morena cubana.
¡Bah! A la ramera adorada su
alegre muslo sol le besa.
¡Bajel a la mar! ¡Ah!
Alucina calor al cosaco.
La luz asesina le hará mal.
Os dejamos el reto...¿alguien se anima a hacer algún palíndromo nuevo?