Café literario…. Antico Caffè Greco de Roma
El Antico Caffè Greco, fue fundado en 1760 por Niccola della Madalena, en el número 86 de Via Condotti, en Roma. Es el café más antiguo y conocido de la ciudad, en Italia solo lo supera en antigüedad el Caffè Florian, de Venecia, inaugurado en 1720.
Con los siglos, el Caffè Greco se ha convertido en un verdadero museo ya que desde siempre ha sido frecuentado por artistas y literatos. Se han sentado en sus salones Franz Liszt, Goethe, Schopenhauer, Stendhal, Keats, Shelley, Turner, Lord Byron, Leopardi, Henrik Ibsen, Hans Christian Andersen, Richard Wagner, Felix Mendelssohn, Orson Welles, Mariano Fortuny, Ramón Gaya o Alberto Moravia, que dijo haber esperado entre sus paredes durante quince años el fin del fascismo. Gogol escribió algunas páginas de Almas muertas en las mesas del Caffè Greco y algunos artistas pasaban tantas horas en él que se hacían mandar la correspondencia a la dirección del café, como el pintor ruso Aleksandr Ivanov. María Zambrano residió durante su años de exilio en la capital italiana, y se convirtió en asidua al café, por ello se publicó el libro Cuadernos del Café Greco, compilación de textos del año 1958, y en 2004, en un acto institucional, se colgó un cuadro tres páginas manuscritas dirigidas al poeta panameño Edison Simons.
En la actualidad sigue siendo refugio de escritores, artistas e incluso políticos de Roma. Además de su historia, y el buen café que se sirve en tazas de época, el Antico Caffè Grecose ha convertido, gracias a las trescientas obras originales que decoran sus paredes, una de las mayores galerías de arte privadas abiertas al público existentes en el mundo.