Adaptaciones excepcionales al cine de grandes obras de la literatura
La historia de amor entre las grandes obras maestras de la literatura y las adaptaciones literarias es una relación complicada llena de decepciones. Hay grandes películas que se han nutrido de obras de menor valor literario y en cambio hay muy pocos títulos de grandes escritores o escritoras que hayan producido una película personal fiel al original. Probablemente sea porque ambos lenguajes son muy diferentes, porque la inspiración no es algo que se pueda contagiar solo con la mera trama, o porque el cine es una labor mucho más plural en la que intervienen múltiples factores, quizás por ello el propio Faulkner, o Hemingway, -consagrados guionistas de Hollywood-, no lograron poner su sello en la adaptación cinematográfica sobre algunas de sus obras maestras. Sea cuál sea el motivo, por suerte sí que hay algunas excepciones que confirman la regla.
Un ejemplo notorio es la excepcional adaptación de El Gatopardo de Giuseppe di Lampedusa realizada por Luchino Visconti. Es considerada una de las mejores novelas históricas del mundo y una de las mejores adaptaciones al cine. La película recibió la Palma de Oro en Cannes.
El Padrino I y II de Mario Puzzo dio lugar a unas de las mejores películas de todos los tiempos, realizada por Francis Ford Coppola. Fue tal el éxito del libro y de la película que incluso influyó incluso en el comportamiento de los miembros de la mafia en la vida real .
Akira Kurosawa se inspiró en el relato Rashomon de Ryunosuke-Akutagawa para su magnífico film que provocó que la Academia de Hollywood creara en los Oscar la categoría de Mejor Película Extranjera. La estructura del guion se mantiene, todavía en la actualidad, en la cúspide de la narrativa cinematográfica.
Una de las más conocidas es la genial adaptación de La Naranja Mecánica de Anthony Burgess por parte de Stanley Kubrick.
La obra teatral Un Tranvía Llamado Deseo de Tennessee Williams, ganadora del Pulitzer, fue llevada al cine por Elia Kazan. Fue la primera película en ganar tres Oscars y Marlon Brando cambió el paradigma de la actuación con su nuevo método.
Las Uvas de la Ira de John Steinbeck le valieron al autor el Premio Nobel. John Ford estuvo a la altura con una magnífica adaptación que le valió el Oscar al Mejor Director.
Menos famosa es la película de culto Blowup de Michelangelo Antonioni, es una obra personal, inspirada de forma libre por el cuento de Julio Cortázar Las babas del diablo. Blow up se convirtió en una película icónica de la contracultura de los años sesenta y ganó la Palma de Oro en Cannes.
La Biblia, fue volcada en la película Passolini sin cambiar un solo episodio ni diálogo del Evangelio, aunque es cierto que la convirtió en una historia subversiva.
En la actualidad destaca la difícil adaptación de La Profesora de Piano de la escritora Elfriede Jelinek realizada por Michael Haneke o la genial traslación de El Callejón de los Milagros del egipcio, también ganador del Nobel, Naguib Mahfouz a la realidad mexicana realizada por Jorge Fons en 1995.