Junto al auge de lectores de libros electrónicos como el Kindle, el Sony Reader y el Nook viene aparejado el flagelo del mundo digital: la piratería.
A medida que aumenta el número de lectores de libros electrónicos como el Amazon Kindle, también crece la peor pesadilla de la industria: la piratería de los libros electrónicos. Aunque por mucho tiempo considerada como dominio exclusivo de un puñado de individuos dispuestos a explorar los títulos más extraños en los callejones oscuros de la Internet para leerlos en sus PC, los editores dicen que el problema se expande a medida que los lectores de libros electrónicos crecen en popularidad y que aumenta el apetito por títulos electrónicos de corriente principal.“Ahora estamos viendo la piratería de grandes volúmenes de libros electrónicos en las redes de archivos compartidos y en sitios de la Web”, dice Ed McCoyd de la Asociación de Editoriales Estadounidenses, una organización comercial que representa a las más importantes casas editoriales de ese país. Se desconoce el porcentaje de crecimiento desde el año pasado de los títulos disponibles ilícitamente, indica McCoyd. Otras editoriales, como Hachette Book Group, alegan que la piratería de libros electrónicos ha crecido “exponencialmente” desde el año anterior.