Booktubers
Es común la idea de que muchos niños lectores abandonan el hábito en la adolescencia, también la de que los adolescentes están enganchados a los móviles y las tabletas, y no leen. Las grandes editoriales no han encontrado un modo de conectar masivamente con estos pequeños lectores, más allá de algunos títulos de sagas fantásticas. Sin embargo, toda regla tiene su excepción, y en un canal tan transitado por los jóvenes como youtube han aparecido los llamados booktubers. La red está llena de jóvenes interesados por la lectura que recomiendan libros a través de vídeos en los que comparten su pasión por la literatura. Aunque les gusta leer en papel, eligen un canal de difusión directa para transmitirlo. No buscan hacer una crítica al uso sino compartir el gusto por sus lecturas y que otros jóvenes se contagien de su entusiasmo, del mismo modo que se hace con la música. Tampoco se consideran profesionales, evitan denominar sus criticas como reseñas, y son conscientes de que sus opiniones son subjetivas pero les apasiona compartir sus vivencias literarias.
Los booktubers tienen una jerga propia: Unboxing (abrir los paquetes en directo), Book Hauls (enseñar novedades editoriales) o Wrap ups (resumen de las lecturas recientes). Uno de los más populares en español es Sebas G. Mouret de «El coleccionista de mundos», que se atreve con clásicos, poesía, e incluso entrevistas a autores consagrados. Mayrayamonte tiene 63.000 seguidores, y la mexicana Fa de «Las palabras de Fa» ha llegado a los 300.000 seguidores. Estos jóvenes rentabilizan monetariamente solo en parte su popularidad pero hacen una encomiable labor al romper las barreras geográficas y llegar a algunos lectores que quizás no se asomarían al libro por los canales tradicionales.
Los booktubers tienen un público fiel que comparte y visualiza los videos de sus canales, y es un buen método para acabar con el individualismo de la lectura. El intercambio de impresiones o sugerencias que en el siglo pasado se concentraba en cafés o ateneos ha cambiado de lugar pero parece no estar destinado a desaparecer.
