Autorretrato, autofoto, selfie o selfi
El autorretrato esculpido sobre piedra por un hombre llamado Bek, alrededor del año 1300 a. C., en Egipto, es el primero del que se tiene conocimiento.
En la pintura clásica el autorretrato llegó a ser un género en sí mismo, especialmente en el Renacimiento y el Barroco. Los autorretratos de Rubens alcanzan cumbres inigualables, y también algunos pintores insignes se autorretrataban como un personaje más en sus cuadros ilustres para certificar la autoría, como Velázquez en Las Meninas.
Con la aparición de la fotografía, el autorretrato siguió llamándose así, y no autofoto, como habría podido ser lógico. Robert Cornelius realizó un daguerrotipo de sí mismo en 1839; se convirtió en uno de los primeros autorretratos y uno de los primeros retratos fotográficos de personas, puesto que el proceso de captura de un daguerrotipo requería una larguísima exposición.
Las mujeres estuvieron durante siglos casi ausentes, pero en el s. XX pintoras como Frida Kahlo encontraron en el autorretrato su fuerza, tanto en fotografía como en pintura.
En el desarrollo de la fotografía se han hechos millones de autorretratos de fotógrafos aficionados y profesionales, pero nunca había adquirido una importancia social hasta la llegada de las cámaras digitales incorporadas en los teléfonos móviles. Durante años se ha utilizado el término inglés selfie para denominar estas imágenes que se comparten a menudo en las redes sociales. Los selfis, usemos ya la nueva ortografía, se ha popularizado tanto que celebridades y políticos, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, o el propio papa Francisco, los han usado. El más mediático fue el de la presentadora Ellen DeGeneres durante la ceremonia de los premios Oscar, en 2014.
Ante el uso ingente de esta palabra en las redes, finalmente Fundéu (que es resultado de un acuerdo entre la Agencia Efe, el banco BBVA, y trabaja asesorada por la Real Academia Española) ha declarado que, aunque autofoto y autorretrato son variantes genuinas del español para referirse a los mismo, es imposible no adaptar el término "selfie" por su de enorme aceptación mediática y por estar ligada a un concepto determinado del autorretrato.
En español se propone la palabra selfi, ya que no ofrece problemas de adaptación al sistema ortográfico español y guarda la pronunciación inglesa.
Así pues, no haría falta marcar selfi con cursiva ni comillas, y el plural sería selfis. Fundéu también ha destacado que el término se emplea indistintamente en masculino y femenino, por lo que pasará a formar parte de esos pocos vocablos como el/la mar que se consideran ambiguos en cuanto al género.