La Unesco declara Barcelona ciudad literaria y la incluye en la red de Ciudades Creativas
David Morán / ABC
Día 11/12/2015
La ciudad de los prodigios, la misma que cuentan y contaron Marsé, Mendoza y Ruiz Zafón (y también Casavella y Zanón, claro) y la que Cervantes saludó como «flor de las bellas ciudades del mundo»; la que se sabe capital editorial no en una sino en dos lenguas y asistió con sus mejores galas al estallido del boom; la ciudad que funciona como imán cosmopolita y, al mismo tiempo, como imborrable escenario de títulos como «La febre de l’or», «El día del Watusi», «Vida Privada», «Nada», «La plaça del Diamant» y «Últimas tardes con Teresa», entre muchas, muchísimas otras; Barcelona, en fin, tiene desde hoy un nuevo motivo para presumir. Y no uno cualquiera: como ya ocurriera con Edimburgo, Dublín, Praga o Granda, la Unesco ha declarado este viernes la capital catalana Ciudad de la Literatura al incluirla en la red de Ciudades Creativas de la organización.
Hablamos, no lo olviden, de la ciudad que se inventó la diada de Sant Jordi en 1926 y que actualmente suma 40 bibliotecas públicas así como más de 250 sedes de editoriales, por lo que su designación como ciudad literaria no hace más que poner de manifiesto «el reconocimiento mundial al sector literario de Barcelona como estímulo creativo de la ciudad», como destacaba hoy el Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) en un comunicado.