"Todas las instituciones se están retrasando en los pagos y eso hace que muchas librerías tengan problemas de tesorería", afirman desde CEGAL
La buena noticia es que el sector del libro cerrará el ejercicio de 2009 con pérdidas moderadas y asumibles, en general. La mala noticia es que esas pérdidas están muy desigualmente repartidas y afectarán mucho más a unos que a otros. Fuentes del sector auguran unas pérdidas globales del 4% por debajo de 2008, pero muestran tranquilidad porque «podría haber sido peor». En la memoria está el dramático primer trimestre, cuando las librerías devolvían libros masivamente, hasta un 40% de los ejemplares puestos en el mercado.
Curiosamente, desde septiembre no ha habido un porcentaje de devoluciones destacable. Para explicarlo, hay quien dice que eso ocurre porque los libreros prefieren vender sus existencias antes de apostar por otras novedades, siguiendo la costumbre de los últimos años, que hace que los libros estén apenas un mes a la vista en las librerías. Otros dicen que influye el bajón de novedades. Los libreros recortan gastos como pueden, y una de las formas es no coger tantas novedades porque tienen una caída de ventas entre el 5 y el 10%. Todos tienen puestas sus expectativas en la campaña navideña.