Un gps de lecturas
Alejandra Rodríguez Ballester y Jorgelina Núñez / Revista Ñ - Clarín
Día 19/12/2014
Entre deseos, balances y pedidos, estas fechas son propicias para pensar en los libros que nos quedaron pendientes y en aquellos que colmen nuestra necesidad de una buena lectura. Con frecuencia, escuchamos expresiones como: “quiero un libro que me parta la cabeza” o “voy a aprovechar las vacaciones para leer…”. Con no menos frecuencia, los títulos anhelados no acuden a nuestra memoria, castigada por la sobreinformación. Es que pese a los siempre malos pronósticos, la industria editorial produce mes a mes una cantidad de novedades imposibles de absorber y entre las pilas de volúmenes que abarrotan las librerías resulta cada vez más complicado discernir lo bueno de lo que se impone con voluntad marketinera, y lo necesario de lo coyuntural.
Con este espíritu, Ñ convocó a una veintena de escritores y críticos para que nos dijeran qué leyeron en 2014 y qué nos recomiendan. Así de simple. No se trata de una encuesta, tampoco de la elección de los libros del año. A cada uno de los convocados se le propuso que seleccionara tres títulos de ensayo, narrativa o poesía, y que fundamentara en un breve comentario sólo uno de ellos, junto con los datos de los dos restantes.
El resultado no dejó de ser sorprendente en virtud de la variedad de autores, de textos y de editoriales, y elocuente respecto de una actividad que entre grandes sellos y emprendimientos independientes continúa demostrando voluntad de búsqueda y afán por dar a conocer buena parte de la producción literaria e intelectual de nuestro país. La diversidad de autores elegidos por críticos y escritores es quizás el reflejo de un momento del campo literario argentino: con una llamativa ausencia de estéticas rectoras, sin un nombre que establezca jerarquías, proliferan escrituras y autores jóvenes.