La edición se aferra al Diccionario de papel
Prado Campos / El Confidencial
Día 07/11/2014
¿Fórmula agotada? ¿Cambio de modelo? ¿Nuevo paradigma? La dualidad papel-digital del mundo editorial y, en particular, de los diccionarios, cuando no la oposición de dos mundos que parecen hoy condenados a no entenderse, se puede resumir en estas tres preguntas. Fueron las que formularon ayer los editores, en la segunda jornada del simposio El futuro de los diccionarios en la era digital, organizado por la Real Academia Española.
Responder a un futuro que está aquí es más complicado, pero quedó claro que las versiones digitales de los diccionarios han fagocitado a las analógicas. Son las que se imponen, que hay que ofrecer algo más para competir con las fórmulas “nativas” y, sobre todo, que no dan dinero.¿Y el papel? Mejor no me lo toque usted. Darío Villanueva, secretario de la RAE, volvió a señalar ayer a El Confidencial que el futuro pasa únicamente por “refundar el Diccionario”, porque de lo contrario se va a convertir en una obra “obsoleta” y con un único carácter “monumental”. Pero ¿cuál es la fórmula para hacer rentable los diccionarios online?
De momento, la Academia busca patrocinadores para el DRAE digital, que se lanza a principios del año que viene, para ganar dinero para sus mermadas arcas, manteniendo la gratuidad de los usuarios. Es "una fórmula elegante de rentabilizar las búsquedas". Y parece que la editorial del Diccionario en papel, Espasa, no se sumará a ella: "Espasa lo que hace es el papel y le aporta un negocio importante a la RAE, que es parte de su entramado económico. De momento, en la parte digital Espasa no está", dijo este diario Ana Rosa Semprún, directora editorial de Espasa.
Semprún defiende la supervivencia del papel mientras “la generación de nativos de la era Gutenberg siga presente. Eso va a hacer que el Diccionario siga existiendo impreso por largos años”, aunque sea como "artículo de lujo", matizó tras dejar claro que “el futuro del DRAE será digital”. Pero hay una evidencia que nadie puede negar: la pasada edición del DRAE vendió más de un millón de ejemplares y parece muy difícil repetir con la nueva versión de hace tres semanas. A pesar de ello, su editora se mostraba con esperanzas: “Ha salido hace nada y es número uno entre los libros más vendidos. Se están vendiendo varios millares de ejemplares por semana”.