Por qué todas las portadas de los libros parecen iguales
Jaime Rubio Hancock / El País
Día 27/10/2014
La portada es el saludo de los libros, su "hola, ¿qué tal?, ¿quieres llevarme a casa?". Muchos intentan destacar llamando la atención, gritando más que el resto, mientras que otros prefieren la sobriedad, que se les juzgue por su interior. Y hay un tercer grupo cuya estrategia consiste en imitar a otros.
El objetivo es aprovechar un éxito anterior. O intentarlo. Se sigue un mismo estilo para dejar claro a los fans que van a encontrar más de lo mismo ya desde la portada. Ni lo hojees: ya sabes de qué va, mira el dibujo."Cuando algo funciona, se busca imitarlo -nos explica un exeditor de un importante grupo editorial que prefiere que no se publique su nombre-. No sólo en las imágenes, que es lo primero que llama la atención, sino también en tipografías, colores y la posición de los elementos en la cubierta".
Así, cuando salió 50 sombras de Grey, "todo eran portadas con complementos masculinos", como nos recuerda Jónatan Rubio, de la librería El Tranvía.
En estos casos, "no hay nada que hacer" -sigue Rubio-. Si ha habido un éxito con la imagen lo suficientemente marcada, por ahí van a tirar todos". Es un recurso que a las editoriales les funciona "por asociación, para cuando alguien busca algo parecido a lo que ya ha leído. Los lectores no se van a confundir, pero sí que van a saber a qué se parece".
Es una manera nada sutil de insinuar que si estos libros te gustaron, estos otros, también. Por ejemplo, si estás disfrutando Divergente, es más que probable que lo hayas pasdo muy bien con Los juegos del hambre. O eso quieren decirnos sus portadas.