“La acusación pedía un año de cáncer”: 10 razones por las que necesitamos correctores
Miguel Ayuso / El Confidencial
Día 24/10/2014
No hace falta pasarse el día leyendo para darse cuenta. Cada vez es más sencillo encontrar erratas en libros, folletos y páginas web.¿Escribimos cada vez peor? Quizás, pero lo que es seguro es que cada vez se revisan menos los textos. En tiempos de crisis, los encargados de corregir lo que otros escriben han sido los primeros en abandonar el barco, y las erratas, como el capitán, siempre son las últimas en marcharse.
Hace una década era impensable que un periódico o revista saliera a la calle sin que cada uno de sus textos hubiera sido revisado antes por uno o varios correctores, los profesionales que se encargaban de corregir la ortografía, la gramática, la sintaxis, la ortotipografía, el estilo, el formato y la precisión fáctica del texto. Los profesionales que se encargaban, en definitiva, de que el texto estuviese bien escrito.
Hoy los medios y editoriales que cuentan con correctores en plantilla se cuentan con los dedos de una mano –los que resisten trabajan como autónomos–, y en aquellas empresas en las que sobreviven son mucho menos numerosos que antes.