El producto español más competitivo: el escritor joven
Peio H. Riaño / El Confidencial
Día 05/08/2014
Son jóvenes, han terminado novela, tienen otro trabajo o algo que se parece a uno, aceptarán un anticipo muy bajo –ni mileurista- por la publicación de su escrito realizado a ratos libres. Peinarán el mapa de librerías y centros culturales del país defendiendo su novela. Además, se autopromocionan en las redes sociales y no tienen agentes que les representen. Los jóvenes escritores españoles son una ganga, son el producto más “competitivo” de la marca nacional, ya saben, barato, de calidad y perfecto para hacer que la cadena de producción de novedades no se detenga.
El bajo coste de producción de sus obras les hace rentables a todos, y algunos hasta tienen éxito. Este año tres autores confirman que las apuestas por ellos recogen suculentos frutos: Jesús Carrasco, Dolores Redondo y Natalia Sanmartín han logrado lo que nunca había pasado, que autores sin aval de mercado hayan pegado pelotazo en el extranjero.
“La mesa de novedades cambia todas las semanas. El mercado editorial y los medios de comunicación son una máquina de machacar novedades y como tal necesita alimentarse. Es un buen momento para los escritores jóvenes”, explica Constantino Bértolo, director del sello Caballo de Troya, hábitat natural de la cantera patria desde diez años. “Son competitivos porque no se les paga mucho y tienen muchas ganas de vender. Parece que las grandes editoriales les van a prestar atención, es decir, que pondrán dinero para marketing y promoción. Los editores han empezado a pensar que a lo mejor invirtiendo en escritores jóvenes sacan algo. Sobre todo después del agotamiento del best seller. Deben buscar cuáles son los nuevos superventas”.