El libro infantil y juvenil sigue su caída en ventas
Clara Morales Fernández / El País
Día 10/07/2014
El milagro de ventas del libro infantil y juvenil empieza a ser historia. El sector se pregunta qué puede haber fallado, cuando eran ellos los que subían mientras el libro general descendía, y mira al recorte de compra en bibliotecas, la bajada del consumo, los cambios de hábitos lectores introducidos por lo digital y el agotamiento de los fenómenos literarios.
Flop-ups, crossovers, álbumes ilustrados, sagas de fantasía o amores vampíricos. En la cercana época de vacas gordas, los libros para los menores parecían un campo fértil para la creación, y también para el mercado. Con la llegada de la crisis en 2008 los títulos para niños y jóvenes hacían gala de una resistencia de acero. Hasta 2012. Hace dos años (últimas cifras recogidas por la Federación de Gremios de Editores de España, cuyos nuevos resultados generales se conocerán este lunes) las obras para menores comenzaron a caer a mayor velocidad de lo que lo hace el conjunto: un 12,4% con respecto al año anterior, frente a un 10,9% del libro general. Y lo previsto para 2013 sigue en esa línea.
odos son preguntas sobre qué ha podido pasar en un sector que parecía sólido. A principios de los 2000, con la economía viento en popa, éxitos como Harry Potter, de J. K. Rowling, o Memorias de Idún, de Laura Gallego, en España trasladaron el libro infantil de las aulas a la calle, haciendo perder fuerza a los prescriptores tradicionales —padres y profesores— frente a los gustos del pequeño lector. “En la literatura infantil comenzó a suceder exactamente lo mismo que en la general: que hay una literatura de calidad, una que crea estilos nuevos, una de moda o comercial...”, explica Ana Díaz-Plaja, experta en este ámbito y doctora por la Universidad de Barcelona. Ahora el terreno parece pantanoso: a pocos días de que se publiquen los datos del último año los editores adelantan que la caída se puede haber acelerado hasta el 14%.