La crítica en días de tuits
Ricardo de Querol / El País
Día 06/06/2014
"La crítica siempre está en crisis, como debe ser". La sentencia es del mexicano Christopher Domínguez Michael, uno de los más respetados expertos en literatura, quien no oculta su lejanía del mundo digital."Soy un crítico a la antigua. Solo leo libros impresos, y de Internet solo me sirvo para comprarlos". Domínguez mantiene un blog en la revista Letras libres con sus artículos, y admite que le ha permitido llegar a mucha gente. Pero no es su terreno."Procuro no interactuar en la Red ni contestar el teléfono. Lo mío es la letra impresa. Jamás juzgaría nada que no estuviera impreso o encuadernado".
En el lado contrario, el novelista, poeta y periodista Benjamín Prado ha escrito más de 8.000 tuits y mantiene una conversación frenética con miles de seguidores en su muro de Facebook y en su blog. Sostiene, y es un vivo ejemplo de ello, que nunca los autores han estado tan cerca de sus lectores."Dialogamos como si estuviéramos en una feria del libro eterna. Eso es extraordinario. A Dickens le habría encantado, a él que publicaba en entregas y tenía en cuenta la reacción del público al escribir las siguientes".
Son distintas formas de adaptarse al ritmo de los tiempos en un mundo, el literario, que como tantos otros se ve sacudido por la revolución digital. Y ahora, ¿de quién se fía el lector? Si la referencia era la crítica, la que se ejercía desde periódicos y revistas por profesionales reconocidos, ¿es eso igual hoy? La crítica se ejerce al modo de siempre en las publicaciones tradicionales, sea en papel o en la web, y también en nuevos medios solo digitales, pero compite con una legión de blogueros más o menos aficionados, más o menos solventes; y con miles de mensajes breves que se intercambian en las redes sociales recomendando tal o cual libro. Así que el boca a boca, al final el gran motor de la lectura, se traslada a redes donde la gente no se conoce físicamente, pero descubre afinidades y crea comunidades. Entonces, ¿quién es el prescriptor cultural en la era digital?