Lucha de titanes por el futuro del libro
Yolanda Monge / El País
Día 02/06/2014
Ya la empleó en 2010, cuando Macmillan intentó cambiar las reglas del juego. Y todo indica que Amazon ha decidido volver a tirar de la conocida como “opción nuclear”. Ante la oposición de la más pequeña de las Cinco Grandes Editoriales de EE UU (Hachette Group Book, filial del grupo francés Hachette) a aceptar que Amazon aumente su margen de beneficios a su costa, el gigante del comercio online ha decidido suprimir el botón de “encargar por adelantado con un solo clic”. No solo eso. Además, ha impuesto en la venta de sus libros electrónicos plazos de entrega de “tres a cinco semanas”.
La traducción económica para Hachette —o cualquier gran editorial— del comportamiento abusivo de Amazon —considerado por la hoy juez del Tribunal Supremo de EE UU Sonia Sotomayor como un monopsonio, que a diferencia del monopolio se centra en lo que el vendedor compra y no en lo que vende— es catastrófica y obliga a la editorial de turno a planificar a ciegas. Cuando Amazon ofrece en su página a los futuros compradores la opción de encargar por adelantado, Hachette puede ajustar su tirada a la demanda prevista. Ahora está sin brújula.
El pulso entre Amazon y Hachette es todavía más enconado y las negociaciones económicas —de las que no ha trascendido prácticamente nada excepto que Amazon las ha aventurado largas— se hacen más urgentes si se tiene en cuenta que uno de los libros de Hachette afectados es el nuevo volumen de la superventas británica J. K. Rowling, The silkworm (El gusano de seda), que sale a la venta el próximo día 19, publicado bajo el seudónimo de Robert Galbraith.