Los trabajos y los días: Los otros oficios del escritor
Dijo Faulkner, con conocimiento de causa, que una de las cosas más tristes que un hombre puede hacer durante ocho horas es trabajar. No pocos son los escritores reconocidos que tuvieron que desempeñar las más variadas labores a fin de poner un plato sobre la mesa y pagar el alquiler.
Por Diego Gándara
Médico, profesor, ingeniero, traductor y banquero. Empresario, camarero, reportero y corrector. Delincuente, artesano y periodista. Un escritor puede ser todo eso y mucho más, incluso habitar una torre de marfil con vistas al mar o permanecer sentado a la mesa de un bar cualquiera con una libreta Moleskine en la mano y una taza de café humeante a la espera de que Dios, o el demonio, le dicten inefables palabras, el perfil de una trama que, sin embargo, deberá despuntar en orgullosa soledad tras haber trajinado oficios diversos, empleos y trabajos.