Crimen y literatura: 10 escritores delincuentes

Karina Sainz Borgo / Vozpópuli.com

Día 28/03/2014

Burroughs mató a su mujer jugando a Guillermo Tell; Álvaro Mutis estuvo en la famosa cárcel de Lecumberri por malversación; Anne Perry mató a la madre de una amiga con un ladrillo envuelto en un calcetín...¡Hasta Cervantes fue a parar al calabozo!

Louis Althusser estranguló a su mujer; Álvaro Mutis estuvo un año preso por malversación; Miguel de Cervantes cumplió un tiempo en el calabozo; Oscar Wilde fue procesado por ser homosexual –cuanto era delito-; el poeta François Villon fue condenado a muerte pero pidió clemencia con una balada… Escritores a quienes ha caído encima el peso, no de la crítica –que también- sino el de la Ley.Los hay por delitos menores, otros por hechos de sangre. Y lo relevante, acaso, radica en cómo la experiencia del crimen –y de la propia cárcel- han incidido en su obra.

Sobre este tema se ha escrito, y mucho. Thomas de Quincey dedicó páginas y páginas en El asesinato como una de las bellas artes (Alianza, 2006). También José Ovejero, quien hace dos años publicó en Alfaguara el libro Escritores delincuentes, un ensayo que plantea de qué forma la escritura puede –o no- ofrecer una redención e incluso propone cómo muchas vocaciones literarias se forjaron tras las rejas. También otros escritores como Diego Trelles Paz y su Círculo de los asesinos (Candaya, 2005) entraron en la línea de sombra del crimen y la creación. He aquí algunos de los casos más curiosos.  

Jean Genet. Fue condenado por la justicia hasta en diez oportunidades. Alardeaba de ser un vagabundo, un ladrón y un chapero. Se declaraba también antiburgués y hay quienes afirman -entre ellos el propio José Ovejero- que exageraba sus delitos. Jean Cocteau y Jean Paul Sartre intervinieron a su favor, muchas veces. El autor de Diario del ladrón, Querelle de Brest, Las criadas, Un cautivo enamorado y El condenado a muerte levantó una enorme polémica con su texto El niño criminal, que reflexiona justamente sobre la naturaleza del delito y del castigo.

Anne Perry. El caso de esta escritora inglesade novela negra suele ser de los más comentados, acaso emblemático. Sin embargo, durante mucho tiempo permaneció oculto, hasta que ella admitió públicamente ser Juliet Hulme, la chica de 13 años que planeó y ejecutó con su amiga Pauline el asesinato de la madre de esta. Le machacaron el cráneo con un ladrillo envuelto en un calcetín. No quiso volver sobre su pasado hasta que la película Criaturas celestiales (1994), de Peter Jackson, desenterró el lejano y doloroso proceso.

Jack Henry Abbot. Puede que la de este hombre sea de las historias más sorprendentes en lo que a crimen y creatividad respecta: si bien uno alimenta al otro, no existe sin embargo una dirección inversa, una redención. Abbot cautivó al escritor y periodista  Norman Mailer, quien llegó a intercambiar con él más de mil cartas y le ayudó a conseguir la libertad condicional, en 1981. Al salir, Abbot mató a un camarero, volvió a la celda y se suicidó. Abbott tenía 58 años, de los que casi 45 los había pasado en la cárcel.

Leer Más

 


Comentarios (0)

No hay comentarios escritos aquí

Deja tus comentarios

  1. Al enviar comentario, manifiestas que conoces nuestra política de privacidad
Archivos adjuntos (0 / 3)
Compartir su ubicación

Te puede interesar

CursosCursosCursos de formación, escritura creativa.
Concursos LiterariosConcursos Literarios España y Latinoamérica
librosLibros Publicita tus libros
BiografíasBiografíasBiografías de escritores.
Recursos para escritoresRecursosRecursos para escritores
¿buscas editor?Publicar¿Deseas publicar?
AsesoríaAsesoríaAsesoría literaria. Informes, Correcciones

Cursos

banner cursos escritores org v

Asesoría

banner escritores asesoria v2

Datos de contacto

Escritores.org

CIF:  B61195087

  • Email: info@escritores.org
  • Web: www.escritores.org
  • © 1996 - 2024