Paul Bowles, de nuevo en el tiempo
Coincidiendo con los prolegómenos de esta señalada fecha –en la cual Paul Bowles hubiera cumplido cien años de seguir vivo–, Alianza Editorial ha publicado el resultado literario, hasta ahora inédito, de un viaje retrospectivo por el Marruecos que tan bien conoció y amó el escritor americano, y que lleva por título ‘Puntos en el tiempo’.
Un conjunto de relatos impregnados de la historia y tradición popular del país alauita; esbozos humanos, anecdóticos, geográficos o religiosos que reflejan costumbres y emociones en evocadores episodios de la vida y la cultura magrebí, en los que Bowles narra las andanzas de diversos individuos nativos y foráneos, a los que en la obra el escritor, músico y viajero concede –o hace que recobren– de nuevo el protagonismo perdido en el tiempo.
Pasajes al exotismo del magreb inspirados en algunos cuentos folklóricos provenientes de la tradición oral, que dejan vislumbrar el alma de Marruecos, y a los que la cuidada prosa de Bowles ha dado forma en una homogénea colección de relatos. Con esas ciudades fascinantes detenidas en el tiempo que ve transcurrir los hechos, como son la bella y costera Essaouira, llamada “la casa del viento”, también conocida como la Mogador de la época de la construcción de las fortalezas portuguesas; la Marrakech de los riads o la mágica y concurrida plaza de Djemaa El Fna, en la encrucijada de las cordilleras del Atlas y el siempre enigmático desierto del Sahara; o la medieval Fez, con su medina de intrincadas callejuelas –aunque la historia referida suceda en la Fez del siglo XIX–, que no lo son menos que la cinematográfica Tánger de ‘El cielo protector’, en la que el escritor falleció hace ahora apenas once años.
También desfilan por el libro curiosos personajes, como el fraile franciscano Andrea de Spoleto y sus debates con los rabinos de la capital; la judía Sol Hachuel, desposada con un musulmán llamado Mohammed; Andrew Layton, el gerente de una compañía de exportaciones y su amistad con un sultán; o el rifeño El Aroussi, abocado al pillaje debido a una injusticia, y la hermosa Rahmana… etc.
En resumen, un libro indispensable para todos aquellos lectores entusiastas de la obra del autor de la también interesante ‘Déjala que caiga’, escrita por un Bowles que estuvo influenciado por el consumo propio de quif y, sobre todo, el majoum, una confitura alucinógena hecha con miel, mantequilla de cannabis, nuez y especias como aderezo.
Los relatos de esta recopilación, que no habían sido publicados con anterioridad hasta la fecha, han sido traducidos al español por el escritor Rodrigo Rey Rosa, vecino de Bowles en la cosmopolita ciudad de Tánger, y gran amigo de éste, quien, a su vez, traduciría las obras del escritor guatemalteco al inglés.
Fernando Torres