Leer o no la Ortografía básica de la lengua española Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2012)
Ortografía básica de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe.
En los últimos años la Real Academia Española (RAE) , fundada en Madrid en el año 1713 y constituida por un grupo de académicos, realizó en conjunto con la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), formada por veintiuna corporaciones, un esfuerzo por actualizar completamente sus obras normativas; fue así como a la publicación de la Nueva gramática de la lengua española del 2009 se le sumó, en el año 2010, la publicación de la Ortografía de la lengua española, ésta surge cuando en el 2002, en el congreso de la ASALE, los académicos deciden revisar la Ortografía del año 1999 con la idea de actualizarla. Más adelante surge la 23.a. edición del Diccionario de la lengua española. A su vez se ha publicado una edición manual de esta, orientada a un público universitario, y dos ediciones básicas de la Gramática así como de la Ortografía, que buscan potenciar el rol didáctico que permite que sea utilizada por parte de los usuarios generales de la lengua. Cabe agregar, que la primer Ortografía fue publicada en el año 1741 y la primer Gramática en el año 1771. La Ortografía básica de la lengua española de 2012 es una obra reducida, directa y muy didáctica que presenta el panorama ortográfico general del español, tanto del utilizado en España como en América. Tiene un interesante carácter panhispánico. La variación panhispánica se ve reflejada en los ejemplos propuestos para cada una de las normas, siendo estos tomados de las distintas variedades lingüísticas que se encuentran en el territorio de habla hispana. En algunas entradas se nombra la diferente pronunciación entre las dos zonas de hispanohablantes y cómo esas variaciones afectan a la ortografía. Esta simplificada versión de la Ortografía de la lengua española está pensada para un público más amplio, para hogares y centros educativos, es un libro de fácil manejo, que evita el excesivo uso de tecnicismos. La necesidad de actualizar estos materiales surge por la capacidad de cambiar que tiene el lenguaje y cómo este se va adaptando a las necesidades de los hablantes, según su entorno, el uso que le dan, el lugar y tiempo en el que se encuentran y sus costumbres. Para la redacción de esta nueva Ortografía se tuvo un enfoque basado en la siguiente premisa: La ortografía es el conjunto de normas que regulan la correcta escritura de una lengua […] La función principal de la ortografía es facilitar y garantizar la comunicación escrita entre los usuarios de una lengua mediante el establecimiento de un código común para su representación gráfica. (RAE, 2012, p. 17) Es decir, que la ortografía es esencial para el funcionamiento de la lengua y por más obvio que parezca, refiere, de algún modo, a una reivindicación de la escritura. Si queremos hablar y escribir con propiedad, es sumamente necesario mantenerse actualizado en materia lingüística, para lo que este libro es una fuente útil. Después de los capítulos introductorios, de la página con los derechos de propiedad y cortesía, reconocimientos y agradecimientos, y del índice, la obra se divide en siete epígrafes: 1) el estudio de las letras y los fonemas, 2) el correcto uso del tilde, 3) el correcto uso de los signos ortográficos, 4) el correcto uso de las mayúsculas, 5) la norma respecto a la unión y separación de palabras, 6) la norma respecto a las abreviaciones y, por último, un capítulo que pretende aclarar muchas dudas sobre la ortografía, planteando la correcta representación gráfica de expresiones que pueden generar problemas, como las que proceden de otras lenguas, los nombres propios y las expresiones numéricas. Aparte de las normas en sí, se incluyeron cuadros remarcados en los que se hacen puntualizaciones válidas para el uso práctico, recomendaciones de pronunciación y escritura, y pautas para la desambiguación en caso de dudas, diversos ejemplos que ayudan a comprender las normas y advertencias sobre cómo había sido esta hasta ahora y cómo es actualmente tras el cambio efectuado, así como cinco listas de apéndices. Como podemos ver en la presentación (p.10-11), los autores se plantearon la idea de que esta obra sea simple, lo cual, en gran medida, fue logrado. A excepción de ciertas partes, como en las páginas 17 y 18, donde se encuentra la introducción, ya que, como bien dicen: ” En el establecimiento y fijación de las normas ortográficas del español han operado, con diferente peso e importancia según las épocas, criterios y principios de distinta naturaleza y no siempre congruentes entre sí[…]” Esto se refleja en los puntos a); c) y d), y teniendo en cuenta que es un libro destinado a un público amplio, que posiblemente no esté completamente familiarizado con este tipo de material, considero poco favorable que tenga puntos donde se contradiga, tal vez sería útil buscar otro método para plasmar esas normas, donde al progresar en la lectura veamos que el autor se va contradiciendo. El capítulo dos, que como dije anteriormente, habla de los usos del tilde y, al igual que la introducción, puede resultar confuso, ya que, dentro de las normas que especifican cuándo se debe y cuándo no se debe usar el tilde se genera cierta ambigüedad. El hecho de que se hayan incluido ejemplos, tablas, notas sobre los usos y recuadros con información a modo de aclaración, así como que su redacción sea fácil de comprender y que tenga una distribución práctica y correcta, hace que la obra resulte más atractiva, ya sea para sacarse dudas como para una lectura completa y exhaustiva. Se trata de una obra práctica, didáctica y, sobre todo, muy útil y manejable, con tapa blanda y pequeño formato. Es un manual fundamental que debería estar en cualquier sitio de trabajo y estudio. A diferencia de otras publicaciones de la RAE, esta obra evita ciertos razonamientos extensos que no favorecen la comprensión, y limita los tecnicismos que pueden generarle confusión al lector que no cuente con conocimiento previo en el área. Puede resultar también de mucha ayuda para un profesor de español, y más si le interesa rescatar lo importante que es la ortografía al momento de comprender la lectura y la comunicación escrita. Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2012). Ortografía básica de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe. En los últimos años la Real Academia Española (RAE) , fundada en Madrid en el año 1713 y constituida por un grupo de académicos, realizó en conjunto con la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), formada por veintiuna corporaciones, un esfuerzo por actualizar completamente sus obras normativas; fue así como a la publicación de la Nueva gramática de la lengua española del 2009 se le sumó, en el año 2010, la publicación de la Ortografía de la lengua española, ésta surge cuando en el 2002, en el congreso de la ASALE, los académicos deciden revisar la Ortografía del año 1999 con la idea de actualizarla. Más adelante surge la 23.a. edición del Diccionario de la lengua española. A su vez se ha publicado una edición manual de esta, orientada a un público universitario, y dos ediciones básicas de la Gramática así como de la Ortografía, que buscan potenciar el rol didáctico que permite que sea utilizada por parte de los usuarios generales de la lengua. Cabe agregar, que la primer Ortografía fue publicada en el año 1741 y la primer Gramática en el año 1771. La Ortografía básica de la lengua española de 2012 es una obra reducida, directa y muy didáctica que presenta el panorama ortográfico general del español, tanto del utilizado en España como en América. Tiene un interesante carácter panhispánico. La variación panhispánica se ve reflejada en los ejemplos propuestos para cada una de las normas, siendo estos tomados de las distintas variedades lingüísticas que se encuentran en el territorio de habla hispana. En algunas entradas se nombra la diferente pronunciación entre las dos zonas de hispanohablantes y cómo esas variaciones afectan a la ortografía. Esta simplificada versión de la Ortografía de la lengua española está pensada para un público más amplio, para hogares y centros educativos, es un libro de fácil manejo, que evita el excesivo uso de tecnicismos. La necesidad de actualizar estos materiales surge por la capacidad de cambiar que tiene el lenguaje y cómo este se va adaptando a las necesidades de los hablantes, según su entorno, el uso que le dan, el lugar y tiempo en el que se encuentran y sus costumbres. Para la redacción de esta nueva Ortografía se tuvo un enfoque basado en la siguiente premisa: La ortografía es el conjunto de normas que regulan la correcta escritura de una lengua […] La función principal de la ortografía es facilitar y garantizar la comunicación escrita entre los usuarios de una lengua mediante el establecimiento de un código común para su representación gráfica. (RAE, 2012, p. 17) Es decir, que la ortografía es esencial para el funcionamiento de la lengua y por más obvio que parezca, refiere, de algún modo, a una reivindicación de la escritura. Si queremos hablar y escribir con propiedad, es sumamente necesario mantenerse actualizado en materia lingüística, para lo que este libro es una fuente útil. Después de los capítulos introductorios, de la página con los derechos de propiedad y cortesía, reconocimientos y agradecimientos, y del índice, la obra se divide en siete epígrafes: 1) el estudio de las letras y los fonemas, 2) el correcto uso del tilde, 3) el correcto uso de los signos ortográficos, 4) el correcto uso de las mayúsculas, 5) la norma respecto a la unión y separación de palabras, 6) la norma respecto a las abreviaciones y, por último, un capítulo que pretende aclarar muchas dudas sobre la ortografía, planteando la correcta representación gráfica de expresiones que pueden generar problemas, como las que proceden de otras lenguas, los nombres propios y las expresiones numéricas. Aparte de las normas en sí, se incluyeron cuadros remarcados en los que se hacen puntualizaciones válidas para el uso práctico, recomendaciones de pronunciación y escritura, y pautas para la desambiguación en caso de dudas, diversos ejemplos que ayudan a comprender las normas y advertencias sobre cómo había sido esta hasta ahora y cómo es actualmente tras el cambio efectuado, así como cinco listas de apéndices. Como podemos ver en la presentación (p.10-11), los autores se plantearon la idea de que esta obra sea simple, lo cual, en gran medida, fue logrado. A excepción de ciertas partes, como en las páginas 17 y 18, donde se encuentra la introducción, ya que, como bien dicen: ” En el establecimiento y fijación de las normas ortográficas del español han operado, con diferente peso e importancia según las épocas, criterios y principios de distinta naturaleza y no siempre congruentes entre sí[…]” Esto se refleja en los puntos a); c) y d), y teniendo en cuenta que es un libro destinado a un público amplio, que posiblemente no esté completamente familiarizado con este tipo de material, considero poco favorable que tenga puntos donde se contradiga, tal vez sería útil buscar otro método para plasmar esas normas, donde al progresar en la lectura veamos que el autor se va contradiciendo. El capítulo dos, que como dije anteriormente, habla de los usos del tilde y, al igual que la introducción, puede resultar confuso, ya que, dentro de las normas que especifican cuándo se debe y cuándo no se debe usar el tilde se genera cierta ambigüedad. El hecho de que se hayan incluido ejemplos, tablas, notas sobre los usos y recuadros con información a modo de aclaración, así como que su redacción sea fácil de comprender y que tenga una distribución práctica y correcta, hace que la obra resulte más atractiva, ya sea para sacarse dudas como para una lectura completa y exhaustiva. Se trata de una obra práctica, didáctica y, sobre todo, muy útil y manejable, con tapa blanda y pequeño formato. Es un manual fundamental que debería estar en cualquier sitio de trabajo y estudio. A diferencia de otras publicaciones de la RAE, esta obra evita ciertos razonamientos extensos que no favorecen la comprensión, y limita los tecnicismos que pueden generarle confusión al lector que no cuente con conocimiento previo en el área. Puede resultar también de mucha ayuda para un profesor de español, y más si le interesa rescatar lo importante que es la ortografía al momento de comprender la lectura y la comunicación escrita. Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2012). Ortografía básica de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe. En los últimos años la Real Academia Española (RAE) , fundada en Madrid en el año 1713 y constituida por un grupo de académicos, realizó en conjunto con la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), formada por veintiuna corporaciones, un esfuerzo por actualizar completamente sus obras normativas; fue así como a la publicación de la Nueva gramática de la lengua española del 2009 se le sumó, en el año 2010, la publicación de la Ortografía de la lengua española, ésta surge cuando en el 2002, en el congreso de la ASALE, los académicos deciden revisar la Ortografía del año 1999 con la idea de actualizarla. Más adelante surge la 23.a. edición del Diccionario de la lengua española. A su vez se ha publicado una edición manual de esta, orientada a un público universitario, y dos ediciones básicas de la Gramática así como de la Ortografía, que buscan potenciar el rol didáctico que permite que sea utilizada por parte de los usuarios generales de la lengua. Cabe agregar, que la primer Ortografía fue publicada en el año 1741 y la primer Gramática en el año 1771. La Ortografía básica de la lengua española de 2012 es una obra reducida, directa y muy didáctica que presenta el panorama ortográfico general del español, tanto del utilizado en España como en América. Tiene un interesante carácter panhispánico. La variación panhispánica se ve reflejada en los ejemplos propuestos para cada una de las normas, siendo estos tomados de las distintas variedades lingüísticas que se encuentran en el territorio de habla hispana. En algunas entradas se nombra la diferente pronunciación entre las dos zonas de hispanohablantes y cómo esas variaciones afectan a la ortografía. Esta simplificada versión de la Ortografía de la lengua española está pensada para un público más amplio, para hogares y centros educativos, es un libro de fácil manejo, que evita el excesivo uso de tecnicismos. La necesidad de actualizar estos materiales surge por la capacidad de cambiar que tiene el lenguaje y cómo este se va adaptando a las necesidades de los hablantes, según su entorno, el uso que le dan, el lugar y tiempo en el que se encuentran y sus costumbres. Para la redacción de esta nueva Ortografía se tuvo un enfoque basado en la siguiente premisa: La ortografía es el conjunto de normas que regulan la correcta escritura de una lengua […] La función principal de la ortografía es facilitar y garantizar la comunicación escrita entre los usuarios de una lengua mediante el establecimiento de un código común para su representación gráfica. (RAE, 2012, p. 17) Es decir, que la ortografía es esencial para el funcionamiento de la lengua y por más obvio que parezca, refiere, de algún modo, a una reivindicación de la escritura. Si queremos hablar y escribir con propiedad, es sumamente necesario mantenerse actualizado en materia lingüística, para lo que este libro es una fuente útil. Después de los capítulos introductorios, de la página con los derechos de propiedad y cortesía, reconocimientos y agradecimientos, y del índice, la obra se divide en siete epígrafes: 1) el estudio de las letras y los fonemas, 2) el correcto uso del tilde, 3) el correcto uso de los signos ortográficos, 4) el correcto uso de las mayúsculas, 5) la norma respecto a la unión y separación de palabras, 6) la norma respecto a las abreviaciones y, por último, un capítulo que pretende aclarar muchas dudas sobre la ortografía, planteando la correcta representación gráfica de expresiones que pueden generar problemas, como las que proceden de otras lenguas, los nombres propios y las expresiones numéricas. Aparte de las normas en sí, se incluyeron cuadros remarcados en los que se hacen puntualizaciones válidas para el uso práctico, recomendaciones de pronunciación y escritura, y pautas para la desambiguación en caso de dudas, diversos ejemplos que ayudan a comprender las normas y advertencias sobre cómo había sido esta hasta ahora y cómo es actualmente tras el cambio efectuado, así como cinco listas de apéndices. Como podemos ver en la presentación (p.10-11), los autores se plantearon la idea de que esta obra sea simple, lo cual, en gran medida, fue logrado. A excepción de ciertas partes, como en las páginas 17 y 18, donde se encuentra la introducción, ya que, como bien dicen: ” En el establecimiento y fijación de las normas ortográficas del español han operado, con diferente peso e importancia según las épocas, criterios y principios de distinta naturaleza y no siempre congruentes entre sí[…]” Esto se refleja en los puntos a); c) y d), y teniendo en cuenta que es un libro destinado a un público amplio, que posiblemente no esté completamente familiarizado con este tipo de material, considero poco favorable que tenga puntos donde se contradiga, tal vez sería útil buscar otro método para plasmar esas normas, donde al progresar en la lectura veamos que el autor se va contradiciendo. El capítulo dos, que como dije anteriormente, habla de los usos del tilde y, al igual que la introducción, puede resultar confuso, ya que, dentro de las normas que especifican cuándo se debe y cuándo no se debe usar el tilde se genera cierta ambigüedad. El hecho de que se hayan incluido ejemplos, tablas, notas sobre los usos y recuadros con información a modo de aclaración, así como que su redacción sea fácil de comprender y que tenga una distribución práctica y correcta, hace que la obra resulte más atractiva, ya sea para sacarse dudas como para una lectura completa y exhaustiva. Se trata de una obra práctica, didáctica y, sobre todo, muy útil y manejable, con tapa blanda y pequeño formato. Es un manual fundamental que debería estar en cualquier sitio de trabajo y estudio. A diferencia de otras publicaciones de la RAE, esta obra evita ciertos razonamientos extensos que no favorecen la comprensión, y limita los tecnicismos que pueden generarle confusión al lector que no cuente con conocimiento previo en el área. Puede resultar también de mucha ayuda para un profesor de español, y más si le interesa rescatar lo importante que es la ortografía al momento de comprender la lectura y la comunicación escrita.
Delfina Frugoni