FEROZ EUCARISTIA PARA EL ALIMENTO DEL ALMA
Eucharist fierce OF FOOD FOR THE SOUL por Rodríguez del Valle [Ernesto R. del Valle ]
La lectura de FEROZ EUCARISTIA, ( Ediciones Botella al mar. Buenos Aires, Argentina) es, de por sí, un acto en el que se van alimentando las voluntades interiores. Este libro de poemas, de la bonaerense Rafaela Pinto, (quien de manera gentil me hizo llegar un ejemplar), es un muestrario de sentimientos que va imponiendo el orden en nuestro universo interior. Ya, un libro de poesía es una redención, dignifica la palabra, la hace más humana y hasta digerible si se viene el caso, para un ser atormentado por las visicitudes y el strees cotidiano. La valoración tiene pues, otro nivel de aceptación, otra frontera entre lo inasible, [ lo realmente imposible] y lo que en la vida del Hombre se alcanza a golpe de voluntad y tesón inquebrantable. Rafaela hace que nos abramos hacia la contemplación, no del pan y el vino clerical, convertido en la carne y la sangre consagrada del Cristo sino en los valores esenciales del Hombre que se hace sujeto en la complacencia de su yo interior. Este, su primer libro, su primer enfrentamiento con el público lector, fue finalista del IV Concurso Nacional “Macedonio Fernández de Poesía“ (año 2007), pero ya esta poetisa, abogada de profesión, había estado ligada a la poesía en diferentes Foros Virtuales y sus trabajos vistos en las revistas especializadas algunas, surgidas en la red de internautas, como la Revista Perito, La pájara Pinta, Remolinos o Auténtica poesía. Hay especialistas que consideran la poesía de Rafaela como construida con un estilo díafano y sencillo, pero el lector no debe descuidarse, lo diáfano y sencillo no se encuentra en el contenido de los temas escogidos por la autora. En “QUE PARA QUÉ” hay una crítica severa hacia lo conectivo del hombre con las convenciones sociales que le hacen esclavizar los sentimientos genuinos: “decir por qué/ decirlo de una vez miles de veces/ decirlo en el oído mercenario de tanta estupidez/ gritarlo murmurarlo revolcarlo/ interrogando/ asiendo/ desangrando/ en cada letra una vez más/ p-o-r-q-u-é.” Es una poesía de precisión en sus palabras, pero abrupta, dura, que va obligando al lector a escucharse dentro de sí, las impresiones y sentimientos que le asaltan y lo arrinconan de manera avasalladora. No es una lectura fácil la de Rafaela Pinto, no hay el almibaramiento docil que adormece, ni esa pureza romanticoide que lejos de enaltecer, empequeñece el espíritu. “qué mal, que revulsión cuanta avería/ Amémonos y ya…/ Que para qué” Ese manejo de la sintaxis, libre de puntos y comas con que la autora nos presenta este texto, obedece mucho más a lo simbólico,es como un mensaje otro hacia la liberalidad del texto en representación a la expansión libre de los sentimientos. Rafaela no es una autora de fácil lectura, hay una independencia total en los textos que forman el poemario FEROZ EUCARISTIA, de allí parten las reflexiones, las dudas y la interpretación de su “otro yo” que le va comunicando la impronta en el qué decir y cómo hacerlo. Otra muestra de la complejidad del tejido que como una malla nos va envolviendo de manera frenética para al final, encontrarnos ante nuestra propia imagen pero deshilachada, temperamental, sucia de conceptos prefabricados que ella nos quiere y obliga a poner atención, lográndolo de manera total. En su poema MIEDO, antepone su persona a ;la crítica para gritarnos al rostro… “Si al menos fuera feliz no importaría nada esta tristeza.” Luego de vandalizarnos la vergüenza se hace estas preguntas por nosotros."¿Porqué esta cruz clavada en la garganta/ que me arrebata el aire/ y es de cieno?/ ?Por qué / esta sudestada/ quiere llevarse lo que yo más quiero?" Al final, nos hace confinar en ese capullo, como la vagina que nos va a amparar de ese único hedor de la miseria humana al que no consigue acostumbrase el ser humano. “Si al menos fuera feliz/ importaría apenas esta tristeza./ ha diluido en el vino acibarado/ la sangre que he perdido en el intento./ en la arteria del alma me ha dejado/ un hálito de fuego./ A lo que no consigo acostúmbrame/ es al hedor del miedo.” Es quizás también una llamada de atención a aquellos hacedores de poesía en que se gesta el almibar sentencioso pero desnutrido de los valores esenciales que hacen al Hombre crecerse ante la realidad de sus sentimientos. Para finalizar los dejo con un fragmento del poema que le da nombre al libro: FEROZ EUCARISTIA [Fragmento] Hoy he visto la cruz/ en otros brazos, negros./ sacerdotes de blanco/ revestidos de blanco/ en un páramo infame/ celebraba, discretos./ Uno de ellos alzaba/ en el rito, el adviento/ (redondez de la forma,/ pan sagrado, misterio)/ tan vestidos los curas, tan desnudos los cuerpos/ de unos veinte que estaban/ bajo el sol, tan hambrientos. Todos, todos los fieles/ de rodillas, severos/ esos rostros carbónicos,/ esos vientres hieréticos/ esos pies magulladosM (en sordina los rezos) … Una poesía especial, declarada ha hacer a su autora más responsable, más aguda y acusadora ante aquello que pueda detener o entorpecer el crecimeinto de la dignidad humana en el Hombre de este siglo en Hispanoamérica.