El hombre que camina lentamente
Zadar, Madrid, 2019
Con cuidado diseño editorial y bajo el sello de Zadar –éste hace el número cuatro de los libros editados, con variado registro de temas como el Aforismo (‘Cuaderno de un hombre atribulado’), el Ensayo (‘La invención del espejo’) o el Relato (‘El tiempo así’)- aparece ahora esta obra del reservado y delicado autor Ricardo Martínez-Conde, colaborador añejo y activo de Todoliteratura. Su título, ‘El hombre que camina lentamente’ es texto que podemos considerar entre el ensayo y el diario y que, en el fondo, responde a esa esencia estilística del autor de primar en sus textos -por lo común breves- la observación inteligente (casi trascendente) de cuanto es cosa, paisaje, palabra, pues considerando desde sí que ‘en lo otro está uno’ viene elaborando –también en su discurso poético- una forma original de pensar y pensarse. Lo que ha de entenderse, desde el punto de vista del lector, como una invitación a la sorpresa, al descubrimiento en lo nuevo, en lo distinto, en lo aparentemente oculto. Una invitación a considerar el ser, también, como partícipe de ese Otro omnímodo, de lo novedoso, de lo desconocido. Ello exige el difícil arte de una palabra cuidada, significativa sin ceder al conceptismo; de ahí la habitual brevedad y contención de su obra. La lectura constituye así una invitación al viaje, donde lo aparentemente pequeño se muestra revelador y donde se ve resaltada la condición íntima del hombre por lo veraz más que por lo ficticio, por lo real más que por lo inventado o simplemente aludido. Literatura, pues, desasida de nerviosa verbosidad, necesaria como interlocución propia, algo que el lector inteligente siempre apreciará; y en ese distinguir se distingue.
Javier Velasco Oliaga.