“Carta de una desconocida” de Stefan Zweig
Stefan Zweig fue un escritor austriaco muy conocido y valorado en las primeras décadas del siglo XX. Escribió relatos, novelas, teatro, ensayo y semblanzas biográficas. Su origen judío y sus ideales pacifistas le situaron en una posición muy comprometida, siendo su obra prohibida en el régimen nazi. En 1942, ante el inminente avance de Hitler sobre Europa, se exilia a Brasil, donde acaba suicidándose junto a su segunda esposa. Stefan Zweig en Carta de una desconocida recrea la atmósfera de un amor ciego y obsesivo por parte de una joven hacia un reconocido escritor. Esa atmósfera cada vez se hace más asfixiante, más palpable y más dramática. Las numerosas reiteraciones y paralelismos narrativos que se producen a lo largo de la historia están muy estudiadas y son determinantes a la hora de visualizar el discurso en toda su esencia; tienen como propósito despertar en el lector la misma angustia vital que sufre la protagonista al no ser correspondida. El discurso narrativo es sencillo desde el punto de vista estructural y verdaderamente complejo a nivel emocional y psicológico. Es la historia de un amor platónico llevado al extremo. La protagonista se enamora del ideal del amor. Vive en un continuo deseo que nunca llega a colmarse del todo. Y cuando la dicha al fin le sonríe, acaba golpeándola de la peor de las formas. Un drama existencial que conmueve desde las primeras frases. Una vez finalizada su lectura deja huella y un corazón roto en mil pedazos. “Eso fuiste. Un delirio de Amor, tan real como la muerte que me lleva ahora en brazos para cruzar el frío umbral”.
(Suko)