Edmund Crispin: Trabajos de amor ensangrentados
Impedimenta, Madrid, 2014.
He aquí de nuevo al profesor Fen en su peregrinaje académico a través de la intriga. Y en este caso el academicismo le viene bien acomodado al libro por cuanto no solo son fundamentalmente edificios académicos el paisaje elegido para la trama, sino que podría considerarse que fondo y trasfondo de la narración también lo son. Digamos que el fondo es la muerte de dos profesores, a primeras horas de la noche, en unas circunstancias más que sospechosas. En cuanto al trasfondo –casi como no podría ser menos, pensará alguno conociendo las afinidades técnico-literarias de este autor- es la presencia de la literatura como argumento adicional, para el caso la hipotética existencia de un texto inencontrable –todavía a día de hoy- de un manuscrito atribuido a Shakespeare y cuyo valor aparente de mercado despierta la avaricia y la envidia entre una parte del profesorado: los implicados en el caso del texto y que sólo ellos conocen (otra cosa es la ‘veracidad material’ del mismo) Para dar animación a la trama, también está a punto de morir una agraciada –y algo casquivana- alumna que ha sido testigo involuntario de las circunstancias. Como siempre que hablemos de la obra de Crispin –un autor perfectamente actual y ‘vigente’- el lenguaje es muy cuidado (rayando aquí lo culto-académico), la acción trepidante sin excluir las audacias mecánicas de su destartalado coche, y el sentido del humor haciendo gala dentro de la historia como una forma sabia de tratar de entender las partes de sombra que acucian el interior del hombre; de todo hombre. Considero, sin embargo, que, en este caso, la trama quizá resulte un tanto difusa por compleja, lo que ensombra un tanto la lectura, si bien, al final, la fina inteligencia del profesor-detective lo aclara todo de modo satisfactorio. Así pues: ánimo, lector. La aventura está servida, siempre bajo la cuidada presentación de Impedimenta editorial Ricardo Martínez