UN PUNTO DE VISTA
Para un observador bien-intencionado, fino y curioso, la actividad, a veces frenética y otras veces lenta y pobre de cómo vertimos nuestras opiniones y pensamientos, o expresamos nuestras inquietudes poéticas o literarias, o nos quejamos de lo desgraciados/as que somos en el amor,- o lo felices- sobre todo en el amor, que es el tema casi monográfico de todas las quejas románticas, y, en fin, nos expresamos en libertad, cada uno con sus recursos ortográficos y sintácticos,- que no tienen la menor importancia en la medida que nos sirven para decir lo que queremos, aunque no siempre se nos entienda en profundidad; ese observador, acabara siendo uno más de este patio de vecinos que es la Red que nos pesca, como me gusta llamarla, - por lo que nos convertimos todos en “pescaditos” nadando en el Gran Rio de Internet, donde nada se pierde y todo alimenta. A este magnífico laboratorio social, al que todos tenemos acceso, cada uno le puede sacar el provecho que reclame su curiosidad intelectual o su interés comercial, que de todo hay, o sea, que nadie me impide “ver” o “verme” como un actor mas de esa gran obra teatral que es la sociedad moderna. Don Pedro Calderón de la Barca lo llamó El Gran Teatro del Mundo: “No olvides que es comedia nuestra vida y teatro de farsa el mundo todo que muda el aparato por instantes y que todos en él somos farsantes;” Ahora bien: El participar intensamente en esta red, con algo más que frases sueltas;- algunas lapidarias y contundentes, incluso enmarcadas para hacerlas más notables, (es lo que suelo llamar cultura envasada), u opinando sobre opiniones ajenas, no depende solo de nuestra buena disposición para opinar sino de la respuesta de nuestros contertulios eventuales.¿Para qué escribir si nadie te va a leer? Es la pregunta clásica del que escribe para que lo lean,( aunque al escritor de raza lo mueven también otros estímulos que son como un alimento para su intelecto ) pero hay otra forma de intervenir en esta asamblea virtual, a saber: Opinando; abriendo un debate multitudinario sobre cualquier asunto que vaya siendo relevante para la mayoría, y sacar algún provecho de esta enorme encuesta que suscita la Red, sobre lo que inquieta o interesa a los participantes, que somos todos. Ya sé que eso ya se hace para pedir votos o vender ideas, difundir consignas políticas o morales o religiosas o, qué se yo…Para todo, pero eso no nos da una idea de lo que ocultamos las criaturas en nuestras emociones (frustraciones y deseos inconfesables), y aventuras personales, -cada casa es un mundo cerrado, donde cada miembro adulto o no, vierte casi en secreto en la Red, lo que no puede expresar o no expresa en libertad: sus mas intimas inquietudes,; sencillamente porque la Red que nos pesca es impune, y en la impunidad y el anonimato decimos y hacemos cosas que no haríamos en público. Nuestro observador bien-intencionado, fino y curioso, que inició este relato, verá que, con solo seguirle la pista a los contenidos de lo que se escribe, las inquietudes de la mayoría están asociadas a ese pensamiento acrítico (“lo que dice la tele” en el sentido figurado) que representa y sostiene un modelo de vida diseñado a la medida de la clase media, que es la que come de todo. La tele, tal como la conocemos, “deforma y no forma” (salvo honrosas excepciones), como debería ser. Me dice un experto en comunicaciones que no se me ocurra insertar en el Facebook un folio lleno de palabras, que nadie va a leer más de un par de líneas, y como confío en él, cortare aquí y seguiré con mi PUNTO DE VISTA en otra ocasión.
Francisco González Vergara